En la víspera del fallecimiento de la reina Isabel ll, infinidad de tuiteros interpelaron al rey Carlos III por las 2800 piedras preciosas de la corona británica y ,sobre todo, por la más valiosa: Kohinoor, una piedra de 105,6 quilates que solo pesa 21,6 gramos y está valorada en más de 591 millones de dólares.

Otro mensaje demoledor recalca que, si el rey no iba a utilizar la corona, mejor sería que la devolviese a sus legítimos dueños, antes de que la reina consorte, Camila Parker, se adueñase de la piedra preciosa. Y en otro texto de la red hacía hincapié en las hambrunas, asesinatos y saqueos que hicieron los británicos durante sus dominios en el país asiático.

En este sentido, ElPlural.com en conversación con Abdul Ali, oriundo de la India residente en Melbourne, remarcó que, efectivamente, fueron miles de muertos, además de víctimas de agravios y pillajes los que se cometieron durante casi 90 años de dominación británica. Del mismo modo, Ali también reclamaba el Kohinoor, como todo un símbolo de generaciones pasadas. 

Medios de comunicación en Gran Bretaña, la India y América repasan el legado del imperio británico

Time Magazine, en uno de sus artículos subraya que no es la primera vez que las autoridades de la India reclaman sus piedras preciosas. En 1947 cuando la reina Isabel II fue coronada soberana del imperio británico el gobierno hindú reclamó el Kohinoor, así como el resto de las piedras preciosas. Sin embargo, en Londres las peticiones cayeron en saco roto

Por otro lado, en Gran Bretaña, Saurav Dutt, autor y comentarista del Independent, sostiene que lo menos que podría hacer el recién estrenado rey de la monarquía británica es reconocer la historia negra de los diamantes de la corona, y devolverlos al gobierno hindú.

Mientras tanto, el matutino The Indian Express también pone el acento en reclamar a las autoridades británicas las piedras preciosas de la corona, incluyendo Kohinoor.

En otro orden de cosas, en Australia cunde la amargura y el desaliento de republicanos en las encuestas de opinión

Sondeos de opinión de la empresa Roy Morgan Poll, publicados en el matutino The Australian, destacan que el 60% por ciento de los encuestados prefieren la monarquía, un porcentaje que aumentó el 20% en las últimas dos décadas.    

Por otro lado, otra encuesta realizada en el estado de Victoria, por la empresa Resolve Political Monitor para los rotativos The Sydney Morning Herald y The Age, de Melbourne reflejan también, aunque en menor grado, el desencanto de los republicanos; dado que solo el 50% votaría a favor de cambiar la constitución. En este contexto, los hombres y los jóvenes son más proclives a apoyar un sistema republicano.

Por lo que atañe a la encuesta realizada por The Guardian Essential poll sobre la popularidad de rey Carlos III, el 50% de los australianos le dan nota de aprobado mientras la otra mitad le suspende.

Así las cosas, y por lo que se refiere al desencanto de los republicanos en las encuestas David Crow, analista especializado en política nacional en 9NEWS, sostiene que, después de una semana de grandes muestras de afecto y simpatía por Isabel II la tendencia a favor de la monarquía aumentó considerablemente. En este sentido, el analista estipula que, en los próximos meses, es posible que el apoyo a favor de la Republica aumente. 

Del mismo modo opina Waleed Aly, columnista de gran reputación del grupo periodístico del The Age. Este subraya que, evidentemente, los sondeos sobre los resultados de las encuestas no reflejan la realidad, después de ejercerse un auténtico ejercicio de relaciones públicas sobre el fallecimiento de Isabel II durante más de una semana.