La estadounidense Tori Bowie, triple medallista olímpica de atletismo, falleció en mayo a causa de complicaciones en el parto, según los resultados de la autopsia dados a conocer este martes por USA Today.

Bowie, de 32 años, fue hallada en su domicilio tras posiblemente sufrir una insuficiencia respiratoria y eclampsia, una rara complicación de la preeclampsia. Esta última consta como una afección grave producida en la segunda mitad del embarazo y que hace que la persona desarrolle hipertensión arterial y convulsiones, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Algunas mujeres con preeclampsia pueden desarrollar convulsiones o coma, una condición llamada eclampsia como emergencia médica, indica el CDC (Centers for Disease Control and Prevention). Los expertos también indican que todo esto sucedio, mientras tenía “un feto bien desarrollado”.

Las mujeres negras son más propensas a padecer estas afecciones con una tasa de mortalidad muy elevada, según apuntan varios estudios. Se trata de una cuestión que afecta a muchas mujeres en Estados Unidos en el que varios colectivos han reiterado la demanda en la salud materna de las mujeres por su mejora, especialmente, por ampliar las condiciones y el acceso a esta cobertura sanitaria.  

Bowie falleció en su casa del condado de Orange (Florida)y fue encontrada por un equipo del sheriff que se había desplazado hasta el lugar tras ser alertados por sus familiares preocupados ante la falta de contacto durante las últimas horas.

Funcionarios de la oficina del médico forense del condado de Orange advierten de que la causa oficial de su fallecimiento podría estar pendiente hasta tres meses debido a la espera de las pruebas de toxicología, según recoge el diario The New York Times.

Según este anterior medio citado, los familiares habrían confirmado su embarazo durante el funeral realizado el pasado 13 de mayo. De hecho, medios de su ciudad natal en Sandhill (Misisipi) apuntan que la bebé habría fallecido antes que la joven.

“Esperamos disculpas”

La empresa que le representa, Icon Management, informó de su muerte en mayo sin difundir noticias sobre las posibles causas. “Estamos devastados por compartir la triste noticia de la muerte de Tori Bowie. Perdimos a una cliente, una amiga querida, una hija y una hermana. Tori era una campeona, una luz que brilló mucho. Estamos destrozados y rezamos por su familia y amigos”, señalan.

“Desgraciadamente, mucha gente, incluidos los medios de comunicación, están especulando con que se hizo algo a sí misma, lo que es muy doloroso. Así que esperemos que, sabiendo ahora la verdad, haya muchas disculpas”, declaró su agente Kimberly Holland a CBS News tras conocer la noticia.

Nacida el 27 de agosto de 1990 en Sand Hill, en una región rural de Misisipi y criada por su abuela, Tori Bowie pasó del salto de longitud a la velocidad en 2014, estableciendo ese año el récord mundial de los 100 metros lisos en 10,80 en la reunión de Mónaco. La atleta acumula una enorme lista de éxitos de forma fulgurante.

Bowie, triple medallista

Bowie comenzó su carrera profesional como atleta en 2013 y sus mayores logros llegaron en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde ganó tres medallas. La primera, una de plata en los 100 metros, otra de bronce en los 200 metros y un oro con sus compañeras de equipo en el relevo 4x100. También fue doble campeona mundial en Londres 2017 cuando se proclamó campeona del mundo en la recta, ganando en 10.85.

La última competición oficial de la atleta fue en junio de 2022. Su última aparición en el escenario mundial fue en 2019 en el campeonato mundial de Doha cuando terminó cuarta en el salto de longitud.