Los talibanes han elevado a 26 las capitales regionales controladas en Afganistán en poco más de una semana con la anexión de tres más en las últimas horas. Se trataría de la suroriental Gardiz, la central Nilli y la oriental Jalalabad, la quinta ciudad más grande del país.

A primera hora de este domingo, han tomado esta última después de que ayer capturaran la norteña Mazar-e-Sharif. Este avance imparable está aislando poco a poco Kabul, la única ciudad que el gobierno afgano controla. Ya se encuentra completamente cercada por el movimiento fundamentalista islámico, que estaría negociando la entrada "pacífica" de sus combatientes.

Así, se encuentran a las puertas de la capital, donde Estados Unidos ha desplegado 5.000 tropas para asegurar la evacuación de su personal y aliados. El presidente afgano, Ashraf Ghani, ha prometido no renunciar a los "logros" alcanzados desde el derrocamiento en 2001.

El ministro del Interior en funciones de Afganistán, Abdul Sattar Mirzakwal, ya ha anunciado el inicio de las conversaciones con los talibán para organizar un ejecutivo de transición en el país ante la llegada de los insurgentes. En una comparecencia, ha indicado que "la transferencia de poder al gobierno de transición se llevará a cabo en un entorno seguro y pacífico".

Por su parte, los talibán han anunciado que todavía no han tomado una decisión definitiva sobre su entrada y estarían esperando a que el equipo de Joe Biden complete la salida del país de su Embajada. Según algunas fuentes, ya han tomado posiciones a las afueras de la capital, aunque su cúpula ha dado orden de que no se entre por la fuerza.

no queremos un estado de guerra o, Dios no lo quiera, que nadie resulte herido

"Vamos a tomar nuestra decisión sobre Kabul más tarde y de manera separada", ha explicado el portavoz de los insurgentes, Zabihulá Muyahid, que ha anunciado que "todas las partes del país han quedado bajo el control del Emirato Islámico". "La gente tiene que tener claro que no queremos un estado de guerra o, Dios no lo quiera, que nadie resulte herido", ha indicado.

Según fuentes oficiales, el enviado especial norteamericano, Zalmay Khalilzad, ha pedido a los talibán que no entren en la capital hasta concluir las evacuaciones. Espera convencerles de que la Embajada debe permanecer abierta y segura si el grupo espera recibir ayuda financiera de EE.UU. como parte de un futuro Gobierno afgano

La salida de EEUU

"Basado en las recomendaciones de nuestros equipos diplomáticos, militares y de inteligencia, el presidente ha autorizado el despliegue de aproximadamente 5.000 tropas estadounidenses para garantizar una reducción ordenada y segura de la Embajada de los Estados Unidos y otro personal aliado", ha informado la embajada.

Actualmente hay más de 1.400 empleados pero se desconoce el número exacto que permanecerá allí tras el final de la retirada. EE.UU. espera mantener una "presencia fundamental" en la capital afgana para facilitar más salidas y mantener una comunicación directa con el Gobierno, según el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

El secretario de Estado, Antony Blinken, habría hablado en las últimas horas con el presidente Ghani "para discutir la situación de seguridad actual, así como los urgentes esfuerzos diplomáticos y políticos para reducir la violencia".