La semana ha arrancado mal para el republicano, que vuelve a ver cómo los fondos federales dejarán de fluir hasta que sea capaz de alcanzar un acuerdo con los demócratas para renovar el presupuesto. Si bien, no se trata simplemente de negociar las cuentas del país, sino que, mientras esta situación se prolongue, el Gobierno estadounidense dejará de pagar a miles empleados y las agencias con las que trabaja, así como se frenan en seco las actividades concebidas como no esenciales en este país, cuyo número de trabajadores asciende a 750.000 personas.
Habrá trabajadores que continúen desarrollando su labores diarias, ahora bien, mientras dure esta situación no recibirán remuneración alguna por ello. En lo referido al personal de esas actividades no esenciales, sus empleados suelen ser dados de baja temporalmente, aunque, según se apunta, Donald Trump ya estaría comunicando a las agencias que vayan preparando avisos de despido permanente. Algunos de los servicios que dejará de prestar el Gobierno de este país norteamericano mientras dure la situación serán las ayudas para el alquiler, los préstamos destinados a pequeñas empresas o los controles alimentarios.
Lo que se extienda en el tiempo este cierre de Gobierno dependerá de la importancia que Trump dé a los trabajadores públicos y a que la rueda estatal vuelva a girar, ya que todo dependerá de cuánta disposición muestre a negociar con los demócratas, que votaron en contra de la renovación del presupuesto al no hallarse sus políticos de acuerdo con la forma en la que iban a pasar a ser gestionadas las partidas económicas del servicio de Salud. ¿Por qué? Entre los principales motivos, para provocar esta circunstancia ha estado en la negativa de los republicanos a dedicar fondos a extender el 'Obamacare', como se conoce a una ley impulsada por Barack Obama en 2010 y que otorgaba subsidios para ayudar a pagar los seguros médicos, prohibiendo el rechazo de cobertura a personas con condiciones preexistentes y requiriendo que los planes incluyan beneficios esenciales como atención preventiva, hospitalaria y de emergencia. No solo eso, sino que los demócratas también buscaban conseguir frenar e intentar devolver a estados previos al 'Medicaid', programa que viene experimentando recortes en su financiación y a través del cual se ayuda a cubrir los costos médicos para ciertas personas de bajos ingresos, familias y niños, mujeres embarazadas, ancianos, y personas con incapacidades.
Segundo cierre de Gobierno para Trump que ya vivió el más largo de la historia
Debido a puntos como estos que Trump y los republicanos se negaban a abordar, en la votación del presupuesto de este lunes celebrada en el Senado el presidente americano ha salido perdiendo por 55 a 45. Ahora se inicia un proceso de cierre de Gobierno por el que los trabajadores de la administración pública se verán afectados y muchos servicios también. Una situación que se extenderá hasta que haya acuerdo, durante el mandato de Biden no se vivió esta circunstancia ningún año y la última fue en 2019, también con Donald Trump gobernando, siendo aquella la ocasión que más tiempo han permanecido detenidas las actividades mencionadas y los empleados sin remuneración, concretamente se extendió durante 35 días. En aquella ocasión, se produjo por la negativa demócrata de autorizar cinco mil millones de dólares para la construcción del muro fronterizo con México.
No obstante, a pesar de lo que implica que se vuelva a producir esta situación, Trump se ha mostrado, incluso, despreocupado al afirmar que que sus prioridades son el control fronterizo, el despliegue militar en la capital, así como las redadas de inmigración, actividades que parecen no verse afectadas por este cierre pero cuyos operarios desarrollarán sus labores sin recibir su sueldo. De esta manera, continuarán activos el Servicio Meteorológico Nacional y sus agencias filiales; los servicios médicos de las instalaciones federales; el servicio postal; las fuerzas armadas; el control del tráfico aéreo; y las prisiones.
Trump podría ejecutar recortes
La alerta trasladada por el presidente estadounidense a las agencias por las que las avisaba de ir preparando despidos permanentes podría no tratarse de un farol con el que ejercer presión a los demócratas. Es más, en su particular estilo, un tanto agresivo, Trump pasaba a la carga y se mostraba amenazante alegando que, mientras dure el cierre "podemos hacer cosas que son irreversibles, malas e irreversibles para ellos (los demócratas), como dejar sin empleo a un gran número de personas o recortar programas que les gustan". De hecho, sobre esto mismo que aseguraba pasaba a decir que en esta congelación de la administración pública, salen "un montón de cosas buenas", ya que entiende podría deshacerse de muchos elementos que no quiere.
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