La cumbre anual de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) acogerá este martes a los principales líderes occidentales, que debatirán sobre la coyuntura geopolítica actual. Washington es el escenario escogido para este año, dos ediciones después del paso por España y tras recalar en Lituania en 2023, y sobre la mesa estarán materias que ya fueron debatidas en Madrid. El refuerzo de la seguridad en las zonas del Sahel y el Magreb, con la aprobación de un plan para el conocido como flanco sur, es la principal aspiración española.

Hasta la capital estadounidense se desplazará este martes, tras la celebración del Consejo de Ministros, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para presionar en favor de esta hoja de ruta. Junta a él se encontrará la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, que viajó este lunes en el marco de su visita oficial. Ambos mandatarios trabajarán en pro de impulsar un papel más activo de la Alianza Atlántica en el flanco sur, cometido en el que se ha avanzado desde la cita de Madrid.

Asimismo, otras materias de vital importancia deberán ser abordadas, como el relevo en la secretaría general. El noruego Jens Stoltenberg abandona el cargo tras más de diez años y el neerlandés Mark Rutte ocupa su lugar, después de la dura derrota de su partido a manos de la extrema derecha de su país. La OTAN aguarda a su nuevo gerente, al que acoge con los brazos abiertos y con el deseo de que despliegue su capacidad negociadora en un momento geopolítico delicado y con el mayor número de miembros de su historia.

Los 32, después de las adhesiones de Finlandia y Suecia en 2023 y 2024, abordarán también, de forma oficial u oficiosa, la reciente visita de Viktor Orbán a Rusia. El encuentro entre el primer ministro húngaro y Vladímir Putin ha levantado ampollas, más cuando las nuevas incorporaciones han incrementado en más de 1.000 kilómetros la frontera con Rusia. A cambio, las arcas se engrosarán con las nuevas aportaciones de las dos economías nórdicas. La contribución a la caja común será otro aspecto clave, quedando señalados aquellos que todavía no cumplen el objetivo.

Hace una década que la OTAN estableció un compromiso mínimo de inversión del 2% del Producto Interior Bruto (PIB), aporte porcentual que apenas alcanzan tres países. Sin embargo, el camino hacia este porcentaje es progresivo y la Alianza espera que un par de decenas lleguen a la meta este año. A la cola, países relevantes como Canadá (1,37%), Italia (1,49%) o la propia España, que con una aportación del 1,28% sobre el PIB es la peor posicionada. Al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado que España alcanzará el 2% de gasto en defensa para 2029.

Aspectos clave de la agenda

“En la Cumbre de Washington demostraremos una vez más la unidad y la fuerza de la OTAN, en apoyo de Ucrania y para mantener a salvo a toda nuestra gente y nuestros valores”. El todavía presidente, Stoltenberg, ha introducido así en encuentro que ha comenzado a primera hora de esta mañana y se alargará hasta el jueves. En la agenda de la Alianza, varios puntos clave definidos que definen de forma abierta:

  • Disuasión y defensa: “Desde la anexión ilegal de Crimea por parte de Rusia en 2014, la OTAN ha implementado el mayor refuerzo de la defensa colectiva de la Alianza en una generación, mejorando su capacidad para defender a todos los aliados en tierra, mar, aire, ciberespacio y espacio”.
  • Asistencia a Ucrania: “Los aliados de la OTAN están brindando un nivel de apoyo sin precedentes a Ucrania, ayudando al país a defender su derecho a la legítima defensa, tal como está consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. Las contribuciones de los aliados ayudan a los ucranianos a defender su país contra la brutal invasión de Rusia. Todos los aliados están de acuerdo en que Ucrania se convertirá en miembro de la OTAN, que la puerta permanece abierta y que corresponde a Ucrania y a los aliados de la OTAN decidir sobre su membresía”.
  • Asociaciones: “La OTAN es más fuerte y segura cuando se une a socios que comparten sus ideas para defender el orden internacional basado en normas. Para ello, la Alianza está intensificando la cooperación con si red de socios, incluidos los de Europa y la región del Indopacífico, y con otras organizaciones internacionales, en particular la Unión Europea (UE).