El Kremlin ha advertido este domingo de que "cualquier chispa" o incidente ocurrido en el este de Ucrania podría tener "consecuencias irreparables". "Cuando la tensión se ha exacerbado al máximo, como ocurre ahora en la línea de contacto, cualquier chispa, cualquier imprevisto o la menor provocación deliberada podría traer consecuencias irreparables", ha afirmado el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, en una entrevista con el canal RT.

Igualmente podría acarrear secuelas nefastas "el ejercicio de anunciar todos los días la fecha de una invasión rusa de Ucrania". "Es una práctica pésima", ha apuntado el representante del Kremlin en referencia a las continuas especulaciones de Washington y sus aliados sobre la fecha de una posible invasión por parte de Rusia.

Rusia apoya a las milicias separatistas de las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk, independientes de facto desde 2014. Además, el país dirigido por Vladimir Putin se ha anexionado la península de Crimea ucraniana. La última escalada de la tensión se ha iniciado en febrero, tras denunciar Estados Unidos la presencia de 150.000 militares rusos en las fronteras de Ucrania.

La OTAN advierte del ataque ''a gran escala''

Por su parte, el secretario general de la OTANJens Stoltenberg, ha asegurado este sábado que el Gobierno ruso está planeando un ataque a gran escala contra Ucrania y ha subrayado que "no se están retirando tropas" como dice el Kremlin. "El riesgo de un ataque es muy, muy alto", ha dicho Stoltenberg en una entrevista a la cadena alemana ARD.

Así, el secretario general de la Alianza Atlántica apoya la declaración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de que Rusia estaba intensificando el conflicto en las áreas separatistas del este de Ucrania para crear una excusa que justifique un ataque.

"Las crecientes violaciones del alto el fuego, las falsas denuncias de presunto genocidio en las áreas controladas por los separatistas y la evacuación de la población de la región a Rusia son señales preocupantes", ha detallado Stoltenberg. Aún así, desde la OTAN creen que "no es demasiado tarde", por lo que instan a Moscú a una desescalada de la tensión.