A tres meses de que el balón empiece a rodar en el Mundial de Qatar, el torneo por excelencia a nivel de selecciones vuelve a ser noticia por la enésima vulneración de los derechos de los trabajadores realizada por el país anfitrión. Tal y como apuntan diferentes medios internacionales, recientemente el gobierno qatarí ha detenido a 60 empleados inmigrantes, llegando a deportar a muchos de ellos, después de que estos salieran a la calle para protestar por sus pésimas condiciones laborales.

En concreto, el pasado 14 de agosto algo menos de un centenar de trabajadores organizaron una manifestación en frente de las oficinas en Doha de Al Bandary International Group -una suerte de conglomerado que reúne a empresas de construcción, hoteles, servicios de alimentos, infraestructura y otros servicios- después de acumular varios meses sin cobrar (algunos obreros denuncian retrasos de hasta siete meses).

Asimismo, los manifestantes también exigían una mejora en las condiciones laborales, puesto que la gran mayoría de ellos deben trabajar a contrarreloj a altas temperaturas (en algunos momentos del día se superan los 40 grados) para tener todo preparado de cara al Mundial, que arranca el próximo 20 de noviembre.

Sin embargo, Qatar decidió nuevamente hacer oídos sordos a las reclamaciones de los trabajadores y cortar las protestar de raíz, deteniendo a al menos 60 manifestantes. Una acción que el propio gobierno qatarí ha reconocido, señalando que “fueron detenidos por violar las leyes de seguridad pública” y negándose a ofrecer más información sobre los arrestos o las deportaciones.

Por su parte, Al Bandary International Group optó también por la misma vía y en ningún momento hizo un amago de intentar negociar con los trabajadores y mejorar su situación laboral. De hecho, en el momento que se está redactando esta noticia, el conglomerado no ha hecho público ningún comunicado hablando sobre este incidente.

Qatar confirma los impagos

Además, pese a esta nueva ronda de detenciones, Qatar confirmó que Al Bandary International Group no había pagado los salarios a sus trabajadores y que tomarían las medidas oportunas para que los afectados pudieran cobrar.

“La compañía ya estaba bajo investigación por las autoridades por no pagar los salarios previos al incidente, y ahora se tomarán más medidas tras recibir un plazo para acordar los pagos de salarios que no había cumplido”, han subrayado, comprometiéndose a adelantar los pagos atrasados.

El silencio de la FIFA por las miles de muertes

Por otra parte, como se señalaba en las primeras líneas de este artículo, hay que recordar que esta no es la primera vez que Qatar es noticia por las pésimas condiciones laborales que están sufriendo los trabajadores. En este sentido, cabe destacar que algunas ONG estiman que miles de operarios -procedentes de India, Pakistán, Nepal, Sri Lanka y Bangladesh, entre otros- habrían fallecido en las obras de los estadios de la competición y el resto de su infraestructura. Unas muertes que una investigación de ’The Guardian’ cifró en más de 6.500 personas.

Además, organismos reputados como Human Right Watch han acusado a Qatar de obligar a los obreros a trabajar entre 16 y 18 horas diarias, todos los días de la semana y soportando temperaturas elevadísimas.

Unas muertes y unas condiciones laborales inhumanas que, sin embargo, salvo contadas excepciones, no han servido para generar conciencia en el mundo del fútbol. De hecho, preguntado sobre estas cifras de fallecidos, Gianni Infantino, presidente de FIFA, se limitó a afirmar que “cuando le das trabajo a alguien, incluso en condiciones laborales, les das dignidad y orgullo”.

Mucho más pragmático se ha mostrado el gobierno de la nación árabe, que ha apuntado que la tasa de mortalidad en estas comunidades está dentro de lo esperado.