El presidente ruso, Vladímir Putin, viajó hasta las regiones ucranianas de Jersón y Lugansk, anexionadas por Rusia en septiembre pasado, para visitar los cuarteles generales de dos unidades de tropas que luchan en esas zonas. Según informó el Kremlin se interesó por la situación en los frentes sur y este.

"El comandante en jefe supremo de las Fuerzas Armadas de la Federación rusa visitó la sede del grupo "Dniéper" en la dirección de Jersón", confirmó la Presidencia rusa en un pequeño comunicado publicado en su página web acerca de la primera visita de Putin al frente de esta región en casi 14 meses de guerra en Ucrania, pues se inició el 24 de febrero de 2022.

Según confirmó la agencia estatal Tass, el líder ruso escuchó informes del comandante de las Fuerzas Aerotransportadas, coronel general Mijaíl Teplinski, del comandante de la Agrupación de Fuerzas "Dnepr", coronel general Oleg Makarévich, y de otros líderes militares. Putin se dirigió a los comandantes para decir que no quería "distraerlos de sus obligaciones directas", pero que "es importante que oiga vuestra opinión sobre cómo se está desarrollando la situación, escucharos e intercambiar información". Habría preguntado sobre información en relación a la situación en Jersón y Zaporiyia, además de felicitar a los soldados por la reciente Pascua Ortodoxa.

Posteriormente, el mandatario se trasladó en helicóptero hasta Lugansk para establecer contacto con los militares de la Guardia Nacional 'Vostok', visitando su cuartel, donde recibió información del coronel general Alexander Lapin y otros altos cargos. Esta es la primera visita de Putin a Jersón o Lugansk.

"¡Buenos días, camaradas! Mientras dormías... Putin visitó la sede del grupo de tropas "Dnepr" en dirección a Jerson y la sede de la Guardia Nacional "Vostok" en la LN... El Presidente escuchó los informes: Coronel-General Teplinsky; Coronel General Makarevich; Coronel General Lapin y otros", comunicó el coronel general Alexandr Lapin a través de Twitter, incluyendo vídeos de la visita.

Donetsk y Lugansk son el centro de un conflicto desde 2014, que se propagó a nivel nacional después de la orden de Putin de lanzar una ofensiva militar contra Ucrania. Tras varios referendos criticados por la comunidad internacional por su falta de garantías, el presidente ruso comunicó en septiembre la anexión de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, todas ellas ocupadas parcialmente en el marco de la invasión, una situación avalada a principios de octubre por el Parlamento ruso.

Rusia ocupa la práctica totalidad de Lugansk, en Jersón solo ha conquistado la mitad de la provincia, la que se sitúa en la orilla oriental del río Dniéper.  Su anterior visita, también por sorpresa, fue en marzo, cuando hizo un breve recorrido por la ciudad de Mariúpol, una de las ciudades ucranianas más castigadas por la invasión rusa, y la península de Crimea. Durante un encuentro en un patio con vecinos, fue muy difundido unas imágenes en las que se escuchaba a una mujer gritar desde una ventana que la visita de Putin era un montaje.

El G-7 promete intensificar las sanciones contra Rusia

Los ministros de Exteriores de los países del Grupo de los Siete se han comprometido este martes a intensificar sus sanciones a Rusia con motivo de la guerra y a "apoyar a Ucrania durante todo el tiempo que sea necesario", y han lanzado una advertencia sobre "graves consecuencias" si hiciera uso de armas nucleares. "Seguimos comprometidos con la intensificación de las sanciones contra Rusia y la coordinación, así como con contrarrestar los intentos de Rusia y de terceros de eludir y socavar nuestras medidas sancionadoras", expresaron en un comunicado conjunto, en el que han condenado "una vez más" en los términos "más enérgicos posibles" la invasión.

"Condenamos la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, que constituye una grave violación del derecho internacional. Rusia debe retirar todas sus fuerzas y equipos de Ucrania de forma inmediata e incondicional", manifestó la declaración conjuntatras terminar la reunión de Exteriores que el G7 que tuvo lugar en la ciudad nipona de Karuizawa.

Las autoridades de Estados Unidos y Francia mostraron su oposición a la condena a 25 años de prisión al opositor ruso Vladimir Kara Murza, y señalaron de que esta sentencia es una muestra de la "creciente campaña de represión" llevada a cabo por Putin. Según el viceportavoz del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, la condena de Kara Murza ha sido impuesta por "motivos políticos", por ello exigieron la liberación del opositor, así como de los "más de 400 presos políticos en Rusia".