Populares, socialistas y liberales han llegado a un acuerdo para la nueva Comisión Europea, encabezada por Ursula von der Leyen y con Teresa Ribera como vicepresidenta ejecutiva. Con este acuerdo, los populares europeos dejan solo a los de Feijóo, que han tratado hasta el último momento torpedear el nombramiento de la actual ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España.
Por otra parte, socialistas y liberales han decidido votar a favor de Raffaele Fitto y Oliver Varhely, aspirantes de la extrema derecha de Giorgia Meloni y Viktor Orbán. De esta manera, se allana el camino para que la nueva Comisión Europea pueda entrar en funciones el 1 de diciembre.
Par ello es necesario cumplir aún varios pasos del procedimiento, lo que pasa por reactivar esta misma tarde las evaluaciones de los seis vicepresidentes del Ejecutivo y el comisario de Hungría, cuyas decisiones quedaron aparcadas la semana pasada por los vetos cruzados del PPE sobre Ribera y de los socialdemócratas sobre Fitto.
"Está bajo control", ha dicho la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, a la prensa al término de la reunión de líderes de grupo (Conferencia de Presidentes) en la que se ha preparado la agenda del próximo pleno y que incluye someter a votación la aprobación de la Comisión al completo.
Weber, García y Hayer han llegado a la reunión sonrientes pero sin hacer declaraciones, aunque fuentes parlamentarias de las tres formaciones han confirmado a Europa Press que existe un acuerdo escrito sobre una "agenda proeuropea" para esta legislatura que supone también desbloquear el proceso. "Lo más importante es que la Comisión esté en funciones el próximo 1 de diciembre. Europa necesita estabilidad", ha dicho después Weber, quien en sus declaraciones ha recordado que la comparecencia de Ribera en el Congreso era una precondición del PPE para reactivar su evaluación.
Ribera apela a la prudencia: “Vamos a esperar”
Por su parte, el anuncio ha pillado a la vicepresidenta tercera del Gobierno llegando al Senado donde ha rendido cuentas por la actuación de su Ministerio en la DANA. Así, en un breve encuentro ante los medios de comunicación, la todavía ministra se ha mostrado “prudente” a la espera de la ratificación del acuerdo en Bruselas.
"Vamos a esperar todavía", ha proclamado. “Yo creo que hay que ser prudentes y hasta que no se comuniquen las cosas oficialmente hay que esperar con tranquilidad”, ha añadido.
El populista hungaro Oliver Varhelyi también entra como comisario
El acuerdo entre las tres grandes fuerzas parlamentarias incluye también el visto bueno del comisario del Gobierno populista de Viktor Orbán, Oliver Varhelyi, pero condicionado a que se le retiren de sus responsabilidades la gestión de crisis sanitarias y las políticas de salud reproductiva y sexual y el derecho al aborto de las mujeres. Son asuntos de competencia exclusiva de los Estados miembros, pero la Comisión puede impulsar estrategias que los partidos de izquierda no querían en manos de Budapest.
El copresidente de los Verdes Bas Eickhout, cuyo partido no forma parte del acuerdo, ha dicho tras conocerse el pacto entre 'populares', socialdemócratas y liberales que celebra que se pongan de acuerdo en unas directrices que ayuden a contar con una "mayoría estable proeuropea" en la Eurocámara, pero ha criticado que no cierre la puerta a pactos con la ultraderecha.
En este contexto, ha avanzado que los Verdes votarán con toda probabilidad contra Fitto y Varhelyi en sus evaluaciones de este miércoles, pero ha concedido que ello no impedirá que salgan adelante sus candidaturas por mayoría de dos tercios de los coordinadores de cada comisión competente.
Tampoco ha querido aclarar cuál será el voto de su grupo cuando se someta al voto del pleno la aprobación de la Comisión al completo dentro de una semana en Estrasburgo, en donde el equipo de Von der Leyen sólo necesitará una mayoría simple de los votos expresados para ser aprobado. "He aprendido mucho sobre la política española en el último par de semanas, ha sido muy esclarecedor. Lo que yo diría es que quizá no es buena idea traer la polarización de Madrid a Bruselas", ha remachado el líder ecologista, al ser preguntado por la situación de Ribera.