La tierra tembló en la provincia de Azilal, situada en el sur de Marruecos, este miércoles por la mañana. Un sismo de magnitud 5,1 sacudió la región montañosa, causando alarma entre sus habitantes. El profesor Naser Jebbour, jefe de división del Instituto Nacional de Geofísica, informó que el epicentro del seísmo se localizó en el municipio de Ait M'hamed, a unos 200 kilómetros al sur de la capital, Rabat. Afortunadamente, no se reportaron daños personales ni materiales, aunque el movimiento sísmico se percibió con intensidad por los residentes de la zona.

Este sismo se produce casi cinco meses después del terrible terremoto que afectó a varias provincias montañosas del sur del país el pasado 8 de septiembre. Ese seísmo, que alcanzó una magnitud de entre 6,8 y 7, dejó un saldo de casi 3.000 fallecidos, 5.000 heridos y miles de desplazados. El terremoto provocó el derrumbe de numerosas viviendas, escuelas, hospitales y mezquitas, especialmente en las zonas rurales, donde la construcción es más precaria. El gobierno marroquí movilizó a las fuerzas de seguridad y a los servicios de emergencia para asistir a las víctimas y distribuir ayuda humanitaria. También se contó con la colaboración de varios países y organizaciones internacionales, que enviaron equipos de rescate, medicamentos, alimentos y carpas.

Según Jebbour, los expertos del país esperan que la actividad sísmica aumente un 10% en el país, y que esta tendencia se mantenga a medio plazo. El profesor explicó que Marruecos se encuentra en una zona de alta sismicidad, debido a la convergencia de las placas tectónicas africana y euroasiática. Esta situación genera una gran presión en la corteza terrestre, que se libera en forma de terremotos. Jebbour recomendó a la población que se mantenga alerta y que siga las medidas de prevención y protección ante posibles réplicas. Asimismo, instó a las autoridades a reforzar la normativa de construcción antisísmica y a mejorar la gestión de riesgos.

La geodinámica de Marruecos y las causas de los terremotos

La región de Marruecos, situada en la confluencia de las placas tectónicas africana y euroasiática, se encuentra en un área de alta actividad sísmica debido a la interacción de estas placas. Esta zona de límites convergentes es propensa a la generación de tensiones y liberación de energía a lo largo de las fallas geológicas. La colisión de estas placas no solo ha configurado el paisaje montañoso de Marruecos a lo largo de milenios, sino que también ha creado una red compleja de fallas que son responsables de la actividad sísmica recurrente.

Los terremotos en esta región son principalmente el resultado de la acumulación gradual de energía debido al movimiento lento pero constante de las placas tectónicas. Cuando estas tensiones alcanzan un punto crítico, se liberan rápidamente en forma de ondas sísmicas, dando lugar a terremotos de diversas magnitudes. Las fallas geológicas, como la conocida Falla de Azilal, actúan como puntos focales para la liberación de esta energía acumulada, desencadenando eventos sísmicos que pueden ser sentidos en amplias áreas.

La comprensión de la geodinámica de esta región implica el estudio detallado de las placas tectónicas involucradas, las características de las fallas, la velocidad y dirección de sus movimientos, así como la monitorización continua de la actividad sísmica para predecir y mitigar posibles impactos. Los esfuerzos de investigación se centran en comprender mejor cómo estos procesos geodinámicos pueden influir en la ocurrencia de terremotos futuros, con el objetivo de fortalecer las medidas de prevención y preparación ante eventos sísmicos.