Este miércoles el primer ministro francés, Michel Barnier, será sometido a el voto por dos posibles mociones de censura de la izquierda y la ultraderecha. Los pronósticos apuntan a que caerá el actual primer ministro dado que recurrió este martes al artículo 49.3 de la Constitución, una prerrogativa que le faculta a sacar adelante un texto sin necesidad de votación, pero que habilita a la oposición a presentar mociones de censura. Tanto el NFP como la Agrupación Nacional de Le Pen han lanzado sendas iniciativas, con visos de prosperar en el caso de la de la izquierda.
¿Quién le reemplazará?
La legislación francesa no obliga a la presentación de un candidato alternativo al actual primer ministro. El nombramiento recae sobre el jefe de estado, Emmanuel Macron. Sin embargo, hasta que dicho nombramiento suceda, Barnier y sus ministros ocuparían el cargo de forma interina, según CNN.
En las elecciones legislativas de julio, el Nueve Frente Popular (NFP), del que forman parte el Partido Socialista y La Francia Insumisa (LFI), entre otras formaciones, ya insistió en que debía tomar las riendas del Ejecutivo por ser el bloque con más representantes en la Cámara Baja, por delante de los aliados del presidente Emmanuel Macron y de la ultraderecha de Le Pen.
La izquierda postuló entonces a la economista Lucie Castets, que este martes, en declaraciones a Franceinfo, se ha declarado "preparada para gobernar" si así se lo reclama Macron. Ha matizado, no obstante, que no quiere hacerlo a toda costa y que no se trata de "una cuestión personal", ya que podría respaldar a otra persona que estuviese "en una mejor posición".
Macron descartó la opción de Castets y cualquier otra surgida desde la izquierda con el argumento de que contaban con el rechazo explícito del resto de grupos y, por tanto, estaba abocada al fracaso. El líder de los socialistas, Olivier Faure, apuesta como Castets por "un primer ministro de izquierdas", con la posibilidad de la apertura a "compromisos" con otros grupos, como ha explicado en declaraciones a BFMTV.
Clémence Guetté, vicepresidenta de la Asamblea Nacional, ha declarado en sus redes sociales que “el gobierno caerá en dos días”. “Esto es solo un paso: la dimisión de Emmanuel Macron es la única salida de esta crisis política”.
Un contexto político complicado
Esta moción de censura viene a raíz de la presentación del proyecto de presupuesto de Barnier que él consider que antepone “los intereses particulares al futuro de la nación”. Tras varios días de negociaciones, el resultado generó un rechazo unánime por sus implicaciones políticas y su impacto en el contexto de desigualdad y descontento ciudadano.
Pese a la defensa de Barnier, su oposición le acusó de ignorar la voluntad popular. La propuesta más polémica fue el recorte en el programa de reembolso de medicamentos, una medida que causaría un profundo rechazo en una sociedad enfrentada a altos niveles de desempleo y con el mayor déficit presupuestaria desde la crisis de la deuda europea; una deuda que supera el doble del límite establecido por la Comisión Europea.
"Todo el mundo sabe que la situación es difícil, ya sea a nivel presupuestario, financiero, económico o social, pero de una cosa estoy seguro y es que la censura hará que todo sea más difícil", ha subrayado Barnier este martes ante una tensa Asamblea Nacional.
El rechazo al presupuesto también refleja un descontento profundo en la Asamblea con la gestión de Macron. La percepción de que el gobierno le da preferencia a ajustes fiscales sobre la “urgencia social” mencionada tanto por la ultraderecha como por la izquierda ha dificultado la posición de Barnier. Le Pen criticó a la propuesta, remarcando: "No podemos aceptar estos presupuestos profundamente injustos porque hacen pagar a los franceses la incompetencia de Macron", según 20 minutos.
Le Pen ha lamentado en declaraciones a la prensa las "obsesiones" de la izquierda y le ha instado a "evitar insultar" a quienes terminarán votando lo mismo en la Asamblea Nacional, aunque sea por un enemigo común. Uno de los diputados de LFI destacó en su intención de presentar la moción de censura: "No es posible que en una democracia gobiernen quienes han perdido las elecciones"; esto se refiere a los resultados de los comicios legislativos de julio, en los que el Nuevo Frente Popular (NFP) emergió como el bloque más votado.