Agentes de policía montan guardia frente al Duomo de Milán, Italia, hoy 18 de noviembre de 2015. EFE

 

 


La estación de Lepanto, una de las más cercanas al Vaticano, en la línea A del Metro de Roma, ha sido desalojada y cerrada tras la alarma por un paquete sospechoso abandonado bajo un banco del andén que va en dirección a Anagnina (alejándose del Vaticano), según han informado los servicios municipales de transporte a través de su cuenta oficial de Twitter. Pasado el mediodía, el tráfico ha vuelto a reactivarse, aunque con algunos retrasos.

 

 

 

 

 

 


 

La alerta ha tenido lugar en torno a las 10:45 de la mañana, cuando han intervenido las fuerzas de seguridad. Al lugar se han desplazado los agentes de la zona Roma Prati y un equipo de artificieros, informa La Repubblica. A petición de la policía, se ha cerrado la estación y el tráfico del metro entre Termini (la estación central) y Ottaviano, la estación Posterior a Lepanto y queda al norte del Vaticano. El servicio se ha sustituido por autobuses.

En las últimas horas, se han vivido en la capital italiana varios momentos de tensión, provocados por falsas alarmas. Ayer por la noche, junto a la embajada americana, situada en la lujosa via Veneto de Roma, se creó el caos por una bolsa oscura abandonada que resultó ser una almohada. Y esta madrugada se ha vivido más tensión cerca de la universidad católica Lumsa, también junto al Vaticano, por una maleta abandonada.

Los controles y la vigilancia se han intensificado en Roma y Milán desde los atentados de París, pero sobretodo por un aviso del FBI a las autoridades italianas que avisaba del riesgo de posibles atentados en la catedral de San Pedro del Vaticano, así como en el Duomo y la Scala de Milán. Fuentes del Gobierno italiano aseguran estos días que a los avisos de los países aliado se les tiene siempre consideración, pero sin caer en el alarmismo.

Según explica la prensa italiana, el aviso del FBI se basa en información recibida de la DEA, la agencia antidroga estadounidense. Los datos serían suficientemente sólidos como para aumentar el estado de alerta, aunque de momento se espera que sirvan para avanzar en las investigaciones. El FBI ha señalado a Italia el nombre de cinco sospechosos, cuyos apelativos señalan que podrían ser árabes, para ser vigilados. De momento no se les ha podido identificar, pero el ministro de Exteriores, Paolo Gentiloni, ha asegurado que las fuerzas de seguridad están trabajando para localizarles.