El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha afirmado este viernes que la misión del Ejército es "preparar un plan" para "garantizar que Irán no puede amenazar de nuevo a Israel", al tiempo que ha ensalzado nuevamente la ofensiva lanzada el 13 de junio contra el país, la cual derivó en un conflicto armado de 12 días que contó con la intervención de Estados Unidos.

"En la operación 'León Naciente', las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) alcanzaron logros importantes a la hora de afectar el programa nuclear iraní y su sistema de producción de misiles, las dos amenazas que suponían un mayor peligro para Israel", ha dicho, antes de resaltar que "la misión de las FDI ahora es preparar un plan de ejecución para garantizar que Irán no puede amenazar de nuevo a Israel". La justificación principal de Israel al lanzar su ataque aéreo el mes pasado fue que Irán supone “un riesgo existencial” para el país, mientras que los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no apoyaron la ofensiva directamente, pero firmaron una declaración que resalta que Irán “no puede tener armamento nuclear”.

Katz ha manifestado que "las FDI deben prepararse a nivel operativo y de Inteligencia para asegurar que la Fuerza Aérea mantiene su superioridad aérea sobre Teherán y la capacidad de aplicar restricciones sobre Irán y evitar que renueve sus capacidades", según un comunicado publicado por su oficina. "El Estado de Israel está decidido a encabezar una política de defensa activa contra Irán y a eliminar las amenazas", ha zanjado.

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, Abdulrahim Musavi, advirtió el miércoles de que Israel recibirá "una dolorosa bofetada" en caso de lanzar un nuevo ataque contra el país. "Si se entra en una nueva fase y la guerra continúa, la ocupación israelí verá capacidades iraníes que aún no han sido utilizadas", destacó en una entrevista concedida a la cadena de televisión libanesa Al Mayadeen. Paralelamente, el gobierno israelí ha vuelto a dar señales de querer negociar para una tregua en la Franja de Gaza, por lo que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, se reunirá con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el lunes que viene. 

El Ministerio de Exteriores israelí, por su parte, ha señalado que la televisión estatal de Irán ha afirmado que “’con poder, desarraigaremos los judíos de sus raíces’”. Además, ha denunciado la destrucción causada por los ataques aéreos iraníes ha dañado la investigación científica: “Días antes del ataque iraní, científicos del Weizmann hicieron un descubrimiento de un análisis de sangre que detecta leucemia”. Por ello, denuncian que los “misiles iraníes destruyeron su laboratorio” y que “décadas de investigación se perdieron en segundos”.

El conflicto estalló el 13 de junio, cuando Israel lanzó una ofensiva militar contra Irán, a la que se sumó el 22 de junio Estados Unidos al bombardear las principales centrales nucleares del país -las de Fordo, Natanz e Isfahán- con el objetivo de derrumbar el programa nuclear del país. Irán e Israel firmaron una tregua el 24 de junio que sigue en vigor, aunque ambos lados han denunciado que el otro ha violado el acuerdo. En respuesta, el presidente de Estados Unidos exigió que ambos parasen, estallando públicamente diciendo que “no saben que coño están haciendo”. No obstante, no ha habido una violación reciente. Los ataques israelíes dejaron cerca de un millar de muertos en Irán, según el último balance oficial.

La destrucción de las centrales nucleares

El éxito de la intervención militar estadounidense ha estado en el centro de polémica de la tregua entre ambos países de Oriente Medio. Un informe de la inteligencia estadounidense salió “sin completar”, según la administración Trump, que señalaba que los bombardeos no destruyeron por completo las centrales, contradiciendo el relato oficial de Washington.

En paralelo, inteligencia accedida por CNN previo al ataque advirtió que Irán no tenía intención de enriquecer su uranio con fines de crear armamento nuclear, pero tanto Israel como decenas de miembros de la comunidad internacional afirmaron que en ningún caso se podía admitir que el país centroasiático tuviera acceso a este tipo de armamento. Después del bombardeo y tras la filtración del informe polémico, tanto Trump como la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, como otros miembros de la administración reiteraron que las instalaciones nucleares se habían “obliterado” y que la filtración no era fidedigna.

Actualmente, sigue habiendo dudas sobre la destrucción que causó la intervención estadounidense, a pesar de que el director de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) haya confirmado las afirmaciones de la Casa Blanca. El Pentágono ha confirmado este miércoles que los ataques han retrasado el programa nuclear del régimen iraní y una fuente del New York Post ha señalado que esta demora está “más cerca de los dos años”.

Paralelamente, Irán se ha desmarcado de su acuerdo nuclear con la OIEA este miércoles, lo que frenará las revisiones periódicas de la ONU del enriquecimiento nuclear del país. La televisión estatal confirmó que: “Esta suspensión seguirá en vigor hasta que se cumplan ciertas condiciones, incluyendo la garantía de seguridad en las centrales nucleares y de sus científicos”. El Departamento de Estado de Estados Unidos calificó la decisión como “inaceptable” y el ministro de exteriores israelí, Gideon Sa’ar ha señalado que es “una renuncia completa a todas sus obligaciones y compromisos nucleares internacionales”.

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