Es un fragmento que apenas llega a los 30 segundos, pero que encoge el corazón a cualquier persona, especialmente, a las madres por la impotencia de su protagonista. Una tía abuela acaba de sacar el carrito en el que se encuentra su nieto de su vehículo. Lo aparca en el lado izquierdo, pero se encuentra en plena mitad de rampa y sucede una de las mayores pesadillas para las progenitoras: el cochecito que porta al bebé cae cuesta abajo.

Abatida por el viento, la mujer cae al suelo e intenta alcanzar a su nieto, pero vuelve a tocar el suelo tropezando con la acera. Lejos de rendirse vuelve a levantarse del asfalto, concretamente, porque el carrito se dirige a una muy transitada carretera llena de coches. Concretamente, en el lado opuesto al menos ocho automóviles pasaban por esta vía, entre ellos, un camión de ocho ruedas. La tía abuela vuelve a intentarlo, pero a pesar de sus esfuerzos, el viento continúa intensificando su acción hasta que en el lateral derecho aparece en escena un hombre corriendo y consigue parar el carrito a escasos metros de llegar a la autopista.

Se suman más viandantes, un joven ayuda a la tía abuela que se había quedado paralizada con su bolso tirado en el suelo y con la camisa en estragos tras los esfuerzos por llegar a su nieto. Finalmente, la escena, recogida por una de las cámaras de una gasolinera cercana, acaba en sus últimos segundos con un final feliz. El hombre que se dirige con el cochecito le da un abrazo a la tía abuela, devastada ante lo sucedido.

Ron Nessman, el héroe que salvó al bebé

El lugar de los hechos se produjo en una carretera de Hesperia, en California cuando Ron Nessman escuchó “gritos a la derecha y miré hacia atrás y veo un cochecito que baja por el camino de entrada y mi corazón se desploma”. “No podría vivir conmigo mismo si no hiciera nada; estoy agradecido de haber estado en el lugar correcto en el momento correcto; sabía que podía conseguirlo y lo conseguí y estoy agradecido por eso porque realmente no me gustaría ver el resultado final si no estuviera allí; decidí hacerlo bien. Si quieres algo diferente en tu vida, haz algo diferente y ahí es donde estoy hoy”, dijo el hombre que salvó al bebé de ser arrollado a una transitada carretera.

No podría vivir conmigo mismo si no hiciera nada; estoy agradecido de haber estado en el lugar correcto en el momento correcto

Al devolver al pequeño con su tía abuela, el hombre se percató de que la mujer “estaba llorando” y que se encontraba “en estado de shock”, en declaraciones con KTLA. “Le sangraban las rodillas, estaba traumatizada por la caída y porque el bebé entro en el tráfico; solo puedo imaginar lo que estaba pasando en su cabeza: fue desgarrador”, se sincera Nessman.

Nessman estuvo ocho años sin hogar

Nessman se encontraba en este punto de la gasolinera Hand Car Wash tras salir de una entrevista de trabajo para la franquicia de restaurantes Applebee’s. El hombre vive con su hermana estos últimos tres meses tras haber estado sin hogar unos ocho años debido a la depresión que sufrió por la muerte de su novia. “Le agradezco a mi hermana por ayudarme. Ella siempre ha estado ahí para mí”, dijo a NCB Los Ángeles.

Le sangraban las rodillas, estaba traumatizada por la caída y porque el bebé entro en el tráfico; solo puedo imaginar lo que estaba pasando en su cabeza: fue desgarrador

Tanto como para Donna Gunderson, la tía abuela del bebé que se encontraba en el carrito, como Nessman han advertido de que este fragmento sirva como recordatorio para “pisar el freno” y bloquear las ruedas de los cochecitos para que no sucedan casos similares como este. “No olvide bloquear las ruedas en colinas o incluso en días con viento”.