Horrible el hallazgo encontrado por un grupo de arqueólogos en el campo de concentración de Soldau, en la región de Działdowo, en el norte de Polonia. La barbarie y atrocidad del nazismo se ha mostrado en toda su inmensa crueldad. Una fosa común con 17,5 toneladas de cenizas humanas, ha sido descubierta en el norte de Polonia, a poca distancia del campo de concentración de Soldau.

Los restos fueron hallados y desenterrados en Ilowo Osada, concretamente en el bosque Bialucki, a escasa distancia del antiguo campo de concentración de Dzialdowo.

Campo impulsado por Heydrich, el “Carnicero de Praga​”

Este recinto penal fue construido durante la ocupación de Polonia por la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. El campo se situaba a 150 km de la capital de Varsovia. Era un Dulag o campo de tránsito, en el que los prisioneros políticos podían ser ejecutados clandestinamente. En su interior fueron asesinadas unas 30.000 personas. En el transcurso del invierno de 1939, los nazis adaptaron un antiguo cuartel militar y construyeron este campo de concentración impulsado por Reinhard Heydrich, uno de los principales organizadores de la represión nazi en la Europa ocupada y una de las figuras más oscura de la élite nazi. El propio Hitler lo calificó como “el hombre con el corazón de hierro”. Fue conocido por distintos apodos: El Verdugo, el Carnicero de Praga​ y la Bestia Rubia.

Quemaron los cuerpos para eliminar pruebas

Fuentes de los investigadores han manifestado que la tumba contenía al menos 8.000 personas asesinadas. Deducen que los nazis procedieron a quemar los cuerpos para así ocultar las pruebas de su genocidio.

Se han hallado ropa, botones y otros elementos de vestir aunque su valor era mínimo por lo que entienden los investigadores que los asesinos robaron a las víctimas antes de asesinarlas e incineraron los cuerpos. Ahora esperan localizar restos de ADN de los cuerpos.

Algunos cálculos precisaron que en Soldau se asesinaron o dejaron morir a 30.000 presos. El cálculo derivado del peso de los restos indica un dato terrible: dos kilos de cenizas corresponden aproximadamente a un cuerpo.

En 1944, se ordenó a presos judíos que exhumaran los cuerpos y los quemaran para, de esa forma eliminar cualquier huella de los crímenes de guerra nazis.