El rey Felipe VI ha pedido este miércoles “un alto el fuego duradero en Gaza” en la tradicional recepción al cuerpo diplomático, integrado por los embajadores de Estados y organizaciones internacionales acreditados en España. Esta es la tercera vez que el rey hace referencia a la actual fase del conflicto palestino-israelí, que desde el pasado 7 de octubre los bombardeos indiscriminados de Israel han provocado la muerte de más de 25.000 palestinos.

En anteriores ocasiones, el monarca ha defendido el reconocimiento de Palestina como Estado para “parar el ciclo de violencia”, pero este miércoles ya ha reclamado abiertamente “un alto el fuego duradero”, opción que rechazan desde el Gobierno de Israel y sus principales aliados, entre los que destaca Estados Unidos.

“La tragedia que vive Gaza está estremeciendo la conciencia de la Humanidad, como también lo hizo el execrable atentado terrorista que sufrió Israel el pasado 7 de octubre, y que merece nuestra más enérgica condena”, ha dicho, añadiendo que “los rehenes deben ser inmediatamente liberados” y que “debe facilitarse al máximo el acceso humanitario para atender a la población palestina de Gaza y establecer un alto el fuego duradero”.

Después, ha abogado, como ya hizo el pasado 11 de enero, por la solución de “dos Estados, Israel y Palestina”, “con garantías de seguridad mutuas, plena independencia y fronteras reconocidas”.

El rey, junto a la reina Letizia, ha pronunciado estas palabras en el Salón del Trono del Palacio Real ante más de un centenar de embajadores, entre los que estaban los de Palestina, Husni Abdelwahed, e Israel, Rodica Radian-Gordon. A este encuentro no han asistido los embajadores de China y Argelia, ya que aún no han presentado sus cartas credenciales al rey.

Felipe VI ya pidió la solución de los dos Estados

Fue el pasado 11 de enero en la VIII Cumbre de Embajadores, en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, cuando Felipe VI ya se pronunció a favor del reconocimiento de Palestina como Estado como única solución para “parar el ciclo de violencia” con Israel.

En este entonces, Felipe VI insistía en que hay que condenar lo ocurrido el pasado 7 de octubre, y pedía la liberación de todos los rehenes, así como reclamar “respetar el Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario”. Al tiempo, añadía el deber de insistir en que “sin una solución política, que pasa por el establecimiento del Estado palestino junto a Israel, no será posible parar este ciclo de violencia o impedir que se vuelva a repetir”.

En el mismo sentido, el rey recordaba que precisamente “esta fue la promesa de la Conferencia de Paz de Madrid de 1991 y la comunidad internacional debe movilizarse para ayudar a las partes a materializarla”.

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