Durante la jornada de este domingo, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, tiene prevista una potente agenda. El presidente turco tiene programado en el mismo día dos encuentros con los líderes ruso y ucraniano, Vladimir Putin y Volodimir Zelenski. Primero hablará con uno y después con otro, con un objetivo claro: velar por el renovado acuerdo de exportación de grano desde los puertos de Ucrania, en el que Ankara actúa como garante. Erdogan ya avanzó el viernes, en una comparecencia ante el Foro Mundial TRT de Estambul, su interés y esfuerzo por reforzar un acuerdo.

Por su parte y mediante videoconferencia, Zelenski se mostró aperturista y cercano a iniciativas internacionales de este tipo, que pueden llegar a guiar a Kiev y Moscú hacia unas posibles negociaciones de paz. En este sentido, el presidente ucraniano aseguró que su país “ha pedido la aplicación de la ley internacional para resolver problemas y el acuerdo sobre el grano ha jugado un papel ejemplar en este sentido”.

Por la parte rusa, el jueves de esta misma semana, el viceministro de Exteriores turco, Sedat Önal y su homólogo ruso, Sergei Vershinin, se reunieron en Estambul para revisar el estado actual del acuerdo de exportación de grano, que ha sido firmado de manera indirecta entre Kiev y Moscú.

La habilidad de Erdogan para sacar provecho

Erdogan ha utilizado el encuentro con el líder ruso para posicionarse internacionalmente y para hacer valer sus intereses. Así, en primer lugar, la presidencia turca a través de un comunicado estratégicamente colgado en redes sociales ha asegurado que el presidente turco ha trasladado a Putin su expreso deseo de que la guerra en Ucrania “termine lo antes posible”. Según este documento hecho público, el presidente turco ha hecho saber a Putin su “sincero” interés por un acuerdo para el fin de la guerra y ha ensalzado los resultados obtenidos a través del acuerdo sobre grano, alcanzado en julio con la mediación de Ankara y la Unión Europea (UE). De momento, el Kremlin no se ha pronunciado sobre el contenido de la conversación entre Putin y Erdogan.

Por otra parte, Erdogan, que lleva décadas demostrando que sabe cómo mover los hilos del tablero internacional, también ha aprovechado la cita para denunciar los “ataques terroristas” por parte del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y la milicia kurdo-siria Unidades de Protección Popular (YPG) y ha reclamado la aplicación total del acuerdo alcanzado en Sochi en 2019. De esta forma, el presidente turco ha incidido en que este acuerdo contemplaba medidas para “la retirada de terroristas de la frontera” y ha reiterado “la importancia y la prioridad a la hora de limpiar la zona en un espacio de hasta 30 kilómetros a lo largo de toda la frontera (entre Turquía y Siria)”.

Cabe recordar que Turquía lanzó el pasado 21 de noviembre la denominada operación Garra Espada, una serie de bombardeos contra grupos kurdos en respuesta al atentado con bomba perpetrado el 13 de noviembre en Estambul, que dejó seis muertos y más de 80 heridos. El Gobierno turco ha acusado de dicho atentado al PKK y ha dicho que la principal sospechosa había recibido órdenes de las YPG. Sin embargo, tanto el PKK como las FDS se han desvinculado del ataque y han trasladado sus condolencias a las víctimas.