El expresidente estadounidense Donald Trump se llevó de la Casa Blanca, de manera irregular, cajas con documentos oficiales, entre ellos cartas del dictador norcoreano Kim Jong-un, y una misiva de Barack Obama, una acción con la que podría haber violado la Ley de Registros Presidenciales, según desvela el diario The Washington Post.

La ley contempla penas de hasta tres años de cárcel para quienes actúen con malicia a la hora de ocultar o destruir documentos, pero demostrarlo es difícil y los expertos consultados por del influyente diario estadounidense ven muy improbable que haya consecuencias para Trump.

La Administración de Archivos Nacionales y Registros de EE.UU. ha recuperado la documentación, que se encontraba en la residencia de Trump en Mar-a-Lago (Florida). Las cajas contenían regalos, cartas de líderes mundiales y otro tipo de correspondencia, según  declaraciones de asesores de Trump, que mantuvieron el anonimato. Entre los documentos había correspondencia entre el dictador comunista de Corea del Norte y Trump, además de una carta que le dejó en el Despacho Oval su predecesor, Barack Obama.

Rompió muchos documentos

Según desvela The Whashington Post, además de llevarse documentación sensible, Trump tenía la costumbre de romper en pedazos documentos oficiales, que tuvieron que ser enviados en trozos o pegados a los Archivos Nacionales. Algunos de esos documentos rotos y después pegados están entre los que recibió el mes pasado el comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio, en enero de 2021. Aunque todos los expresidentes recientes han infringido de alguna forma la Ley de Registros Presidenciales, la cantidad de documentos que se llevó Trump no parece tener precedentes, según las fuentes consultadas por el citado diario.

El expresidente dejaba los desechos en su escritorio en la Oficina Oval, en el bote de basura de su estudio privado en el ala oeste o a bordo del Air Force One, entre muchos otros lugares, a pesar de que al menos dos jefes de gabinete y el abogado de la Casa Blanca lo instaron a cumplir con la ley sobre la preservación de documentos. “Es absolutamente una violación de la ley”, afirmó Courtney Chartier, presidenta de la Sociedad de Archivistas Estadounidenses. “No hay ignorancia de estas leyes. Hay manuales de la Casa Blanca sobre el mantenimiento de estos registros”, añadió.