Bruselas ha celebrado el acuerdo alcanzado entre España, Portugal y Francia para la construcción de un nuevo corredor de energía que unirá Barcelona y Marsella. Esta nueva interconexión, que recibe el nombre de BarMar, fue anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado viernes a la salida de una reunión con sus dos homólogos previa a la cumbre europea en la que se dieron los primeros pasos para que la excepción ibérica se convierta en una realidad comunitaria.

Si bien los detalles del proyecto aún no son definitivos, desde la Comisión Europea han aplaudido que el enquistamiento entre las partes con el Midcat haya derivado en un entendimiento paralelo, con el que tratar de robustecer las interconexiones europeas para conseguir en el corto y medio plazo disminuir la dependencia energética con la Rusia de Putin. Con este contexto como telón de fondo, ha sido Tim McPhie, portavoz de Energía en la Comisión Europea, el encargado de despejar algunas dudas: "Damos la bienvenida a este acuerdo político entre Francia, España y Portugal sobre el proyecto BarMar. Y estamos dispuestos a apoyar proyectos que contribuyen a los objetivos de REPowerEU".

"La Comisión Europea está esperando a ver cuáles son los detalles del proyecto", ha proseguido el dirigente comunitario. De esta forma, Bruselas se abre a financiar el proyecto que unirá España y Francia, un reclamo del propio Ejecutivo español. De hecho, la propia Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, ha especificado estos últimos días que la financiación del proyecto no podía salir de las arcas públicas de los países implicados, apremiando de esta forma a la institución europea a tomar partido.

Bruselas y otros fondos europeos como financiación del BarMar

Según McPhie, la lista de proyectos de interés común que confecciona la Unión Europea puede que incorpore el BarMar en su sexta edición, prevista para su publicación en noviembre de 2023. Las reglas comunitarias establecen que las infraestructuras de combustibles fósiles no se incluyen en esta lista al no ser compatibles con los objetivos de lucha contra el cambio climático, un problema del que adolecía el proyecto del MidCat, mientras que las de hidrógeno "sí que son elegibles".

Respecto a los gastos, los NextGeneration o los propios REPowerEU podrían ser otros fondos europeos que también podrían sufragar la construcción de la nueva tubería. En España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anticipó este viernes que el reparto de los costes del BarMar será una de las principales dificultades a la hora de negociar en las próximas semanas, así que esta nueva vía de financiación es esencial para la puesta en marcha del proyecto.

Tiempo atrás, la Unión Europea incluyó el MidCat en su edición del año 2013 de la lista de proyectos de interés común europeo en materia de energía por su "importancia estratégica". En 2015 y 2017, la frustrada tubería repitió su puesto en la lista e incluso Bruselas invirtió 2,5 millones de euros para estudios previos a su preparación, llegando a fijar el año 2022 como entrada en funcionamiento de la primera fase del proyecto, según afirmó el entonces comisario de Energía, Miguel Arias Cañete.