Gran Bretaña se enfrenta a su peor crisis tras la salida del Brexit. Los ingleses sufren el desabastecimiento de los supermercados, el aumento de los precios de la energía y de la gasolina y una crisis sin precedentes susceptible de empeoramiento exponencial y diario. Pero ello no ha sido óbice para que Boris Johnson, el premier británico, haya dejado para sus compatriotas esa situación límite, cogido un vuelo y se haya venido de escapada vacacional a Benahavís, el paraíso de los ricos y famosos lindante con Marbella. Y como no puede ser menos en un localidad donde los alquileres de pisos apenas existen  porque lo que se arrienda solo son chalets y mansiones de altísimo standing, Johnson ha elegido la zona de la Torre de Tramores, lugar ocupado en anteriores ocasiones por la familia real británica, la princesa Margarita (hermana pequeña de la reina Isabel de Inglaterra) y también lo fue en su día de la propia Diana de Gales. Así mismo han vacacionado allí Jemima Khan y Hugh Grant, el expresidente David Cameron y dos de las grandes y millonarias familias europeas como son los Goldsmith y los Rothschild.

Johnson se ha escapado a Benahavís huyendo del caos de su país, agotado por la tensión de la política inglesa desde hace dos años, afectado por la Covid que sufrió, la falta de reposo desde la campaña del Brexit y el reciente fallecimiento de su madre. Pero lo hace a Marbella en medio de una enorme crisis de desabastecimiento de suministros, falta de mano de obra, supermercados vacíos y tarifas de luz y combustible por las nubes. Por eso ha sentado mal en la opinión publicada y pública que haya elegido este momento y el lugar del destino, la Costa del Sol, lugar que prohibió y vetó en la práctica para la comunidad británica. Y dentro del enclave costasoleño ha chirriado más que haya elegido este lugar como es la finca Torre de Tramores, una villa de lujo solo para ricos y famosos, vinculada a una empresa británica relacionada a la familia real británica y propiedad también del político conservador Zac Goldsmith, gran amigo de la nueva esposa del premier británico.

La finca Torre de Tramores ocupa 600 hectáreas y se sitúa en una ladera de Benahavís, en el límite con Marbella. Se anuncia como la "finca privada más encantadora, pintoresca y serena del sur de España". Cerca se halla la casa del millonario y músico ruso Valery Ponomarev. La última reforma de su mansión le costó más de 40 millones de euros.

Ataques de la prensa británica

La prensa británica ha cargado tintas contra el exalcalde de Londres por esta escapada justamente ahora cuando Reino Unido está inmerso en una enorme crisis de abastecimiento, con británicos que no tienen acceso a alimentos y suministros básicos, cuando muchas empresas pueden bajar la persiana como consecuencia del Brexit y las facturas de la energía no dejan de subir y los proveedores corren el riesgo de colapsar.

El rotativo Sunday Mirror criticaba ayer el viaje de Boris Johnson “mientras millones de británicos se enfrentan a un aumento de facturas de energía, un cruel recorte de beneficios, estantes de los supermercados vacíos y precios más altos de la gasolina, si es que se pueden conseguir”. Reproduciendo una fuente gubernamental, el periódico sensacionalista recoge esta afirmación: "Está bien que el primer ministro se tome un descanso, pero el momento muestra cuán fuera de contacto está con los británicos comunes que enfrentan facturas, facturas y aún más facturas".

La oposición laborista ha cargado también contra Boris Johnson. El dirigente Bridget Phillipson ha exigido “respuestas urgentes sobre quién está exactamente al frente del espectáculo” refiriéndose a las polémicas, inoportunas y lujosas vacaciones de Johnson.