Reino Unido vive en un contexto de tensión provocado por el desabastecimiento de bienes y combustibles en la isla. Por ejemplo, el gigante petrolero BP anunció este jueves la clausura de algunas de sus gasolineras al no poder llevar combustible hasta los surtidores, lo que ha provocado largas colas de vehículos frente a otras gasolineras del país.

Una imagen que podemos comparar con que la que día a día viven los venezolanos en su país. De hecho, en algunos lugares del país la tensión ha estallado lo que como consecuencia ha dado lugar a agresiones frente a las gasolineras del país. Por ejemplo, en West Sussex un grupo de conductores se han peleado cuando esperaban a repostar gasolina. Estas imágenes también se han producido en céntricos barrios de la capital, Londres, como Candem, donde a patadas intentaban arrebatar el surtidor sin respetar el orden de llegada para repostar. En total más de 1.200 gasolineras entre Londres y la zona del sur de Inglaterra permanecen cerradas. ¿Por qué? Porque no hay quien lleve la gasolina a Gran Bretaña.

Hacen falta 90.000 camioneros para recuperar la normalidad en el abastecimiento, una señal de alarma que vienen indicando los transportistas desde verano. Es por ello que el Gobierno se plantea desde este fin de semana otorgar el visado temporal a camioneros extranjeros. 

Esta situación, además, ha sido aprovechada por algunos diputados del partido laborista. Concretamente, Steve Reed considera que si la gasolina tiene que ser racionada debería ir a los trabajadores clasificados en prioridad. "¿En qué tipo de situación estamos en Gran Bretaña en 2021, donde tenemos un gobierno tan incompetente que podríamos tener que empezar a racionar la gasolina?" 

 

Ante este contexto, el Gobierno que dirige Boris Johnson ha decidido suspender temporalmente la aplicación de la ley sobre competencia a la industria de los combustibles para facilitar que las compañías puedan suministrar el oro negro a las gasolineras. Además, el Ejecutivo niega de momento recurrir al Ejército para transportar tanques de combustible a las gasolineras del país. De hecho, representantes de las principales compañías ubicadas en el país -Shell, ExxonMobil, Greenergy, Wincanton y Certas- comunicaron la pasada noche conjuntamente que "los problemas se deben a picos temporales en la demanda y no a una escasez nacional de combustible". De hecho, algunas gasolineras hablan de un repunte del 500% en la demanda frente a la pasada semana. 

Desabastecimiento de alimentos

No obstante, el problema del combustible no es el único que está golpeando a Reino Unido tras la ejecución del Brexit. A la alarma por el comercio de salchichas, se suma el desabastecimiento. Las estanterías de los supermercados se encuentran cada día más vacías. Tambien afecta a los restaurantes. La cadena Nando's ha cerrado 50 de sus famosos restaurantes debido a que no hay pollo en el país. En los supermercados los batidos han sido retirados por la escasez de leche para realizarlos.

En este contexto, el partido laborista ha anunciado que su objetivo es reconstruir los lazos de Reino Unido con la Unión Europea, que es su prioridad comercial, poniendo al bloque por encima de los acuerdos con Estados Unidos y el Indo-Pacífico en la era post-Brexit, según ha remarcado Emily Thornberryjefa de política comercial de los laboristas:“La realidad es que siempre es más fácil comerciar con los que están geográficamente cerca, así es como funciona”. 

De hecho, desde la oposición están aprovechando el actual escenario de escasez en el país para para presentarse como una alternativa de Gobierno. Mientras tanto, Johnson mantiene que desde la salida de la Unión Europea no va a vincular su norma alimentaria de forma permanente a la legislación de la Unión Europea, a pesar de que los exportadores británicos de algunos sectores se han visto excluidos de los mercados de la UE o se han visto totalmente excluidos por las exigencias de las nuevas normas aduaneras