La Ertzaintza elaboró un informe confidencial el día después de los atentados del 11 de marzo que demuestra que el Gobierno de José María Aznar utilizó a los espías del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en Euskadi para relacionar a ETA con esta masacre. Según publica este lunes en exclusiva elDiario.es, los servicios antiterroristas de la policía vasca redactaron un documento secreto que recoge que el Gobierno del Partido Popular estaba "intentando por todos los medios relacionar" a esta banda terrorista con Al Qaeda "hasta después de las elecciones" generales para poder tener opciones de ganar en las urnas. "Si esto no se conseguía, todos se iban al paro", se llega a afirmar en el documento.
Un informe secreto de la Ertzaintza sobre el 11M
Tal y como publica en exclusiva elDiario.es, los servicios antiterroristas de la Ertzaintza elaboraron el 12 de marzo de 2004 un informe "secreto" -bajo el código 101L0400250 y el título Repercusiones del atentado de Atocha- en el que detallaban cómo el Gobierno de Aznar usó a los espías del CNI en Euskadi para "buscar informaciones que relacionaran a ETA" con la autoría de los ataques terroristas de Madrid. En concreto, un confidente de la Policía vasca en la capital aseguró que el Ejecutivo del Partido Popular estaba "intentando por todos los medios relacionar a ETA con los árabes hasta después de las elecciones" generales que iban a tener lugar 48 horas después dado que "si esto no se conseguía, todos se iban al paro".
El informador, con el apodo de Zulo, tenía la calificación más alta como fuente en la base de datos de la Unidad de Información y Análisis -UIA, siglas que tenía por entonces el equipo antiterrorista de la Policía vasca- y una de las más elevadas en cuando a la "fiabilidad" de sus revelaciones, pese a que "la información habría que trabajarla un poco más". Así, el informe confidencial que elaboró -redactorado a las 10.15 horas del 12 de marzo con prisa y muchos errores de escritura- recoge que, tras el atentado de Atocha, "personas relacionadas con el CNI en Gasteiz fueron movilizadas para buscar informaciones que relacionaran a ETA con Alkaeida".
De esta forma, el cuerpo de policía vasco asegura que "estas personas", en realidad los servicios secretos españoles y, por lo tanto, el Gobierno, "sabían desde el mediodía" del día de los atentados que "había un coche con explosivos y algún documento árabe" -en referencia a la furgoneta localizada en Alcalá con siete detonadores y una cinta con versos coránicos- por lo que conocían que todas las pistas apuntaban a Al Qaeda y no a ETA, como se esforzaron en asegurar durante todas esas horas y comparecencias públicas. Su interés por buscar nexos era tal que, "según transcurría el día, empezaron a buscar una página web de origen italiano que podía comentar la relación de ETA con organizaciones árabes", asegura este documento.
"Había mucho en juego"
El documento afirma que el CNI contactó con Zulo a las 20.00 horas del 11 de marzo, cuando hablaron "varias veces". Entonces este confidente, que también tenía contactos en la Guardia Civil, reportó a la Ertzaintza. "El Gobierno de Madrid -el de Aznar- está bastante odido porque sabían que no había sido ETA y sí Alkaeida", señala. "Había que intentar por todos los medios relacionar a ETA con los árabes hasta después de las elecciones, ya que si esto no se conseguía, todos se iban al paro", se puede leer. De hecho, los servicios secretos llegaron a pedir a su interlocutor que intentara difundir la tesis de la autoría de ETA o, al menos, sobre su relación con "los árabes". "Había que crear confusión hasta después de las elecciones ya que había mucho en juego", sentencian.
Estas operación de manipulación pública sobre los atentados de Atocha por parte del Gobierno de Aznar no dieron resultado ante las crecientes pruebas de la autoría yihadista. Días más tarde, durante la jornada de reflexión, cinco personas fueron detenidas por su vinculación con los atentados. Esto propició que el 14 de marzo de 2004, día de las elecciones generales, el PP de Mariano Rajoy como recién llegado al liderazgo, perdiera frente al socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Cabe destacar, como asegura elDiario.es, que este documento y otros informes internos elaborados por la Ertzaintza sobre la izquierda abertzale, la Guardia Civil, el entorno de ETA o cuestiones políticas vascas importantes de aquellos años fueron desclasificados en el marco de una investigación de corrupción, conocido como el caso De Miguel.
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