El hundimiento de Ciudadanos ha sido el hundimiento de Albert Rivera. El rumbo adoptado por el oficialismo naranja ante la irrupción de Vox en Andalucía, apostando por un mensaje derechizado que frenara los anhelos de la extrema derecha y convirtiera a los naranjas en líderes del bloque, ha finalizado con una pérdida de identidad y apoyo que los ha llevado de los 57 escaños a los 10.

Sexta fuerza política, incluso por detrás de ERC, el proyecto deberá regenerarse a marchas forzadas si no quiere desaparecer del mapa político. Por el momento, sus principales líderes apuestan por la vuelta al centrismo político, ofreciendo sus escaños como punto de partida para el desbloqueo.

No le debe sorprender a nadie que hoy dimita y, aunque algunos puedan pensar que es justo o injusto, yo considero que es lo responsable y así me lo enseñaron mis padres”. Palabras escogidas y medidas por un Albert Rivera que, sin aspavientos ni reproches, ha decidido dar un paso al lado después de la consumación de una debacle anunciada.

Afines y críticos se han unido en un mensaje común. Incluso los más escépticos con el líder liberal han aplaudido la templanza con la que ha decidido abandonar la vida política, dejando en el aire quiénes aspirarán a suceder en el trono al dirigente caído. Inés Arrimadas se presenta como favorita en todas las encuestas. Una sucesión natural que, a tenor de lo expuesto por ciertos pesos pesados de la formación en las últimas fechas, cuenta con seguidores y detractores a partes iguales.

Por ello, entre cantos de sirena y apuestas personales, empiezan a vislumbrarse nuevos rostros que den un paso adelante en busca de una remodelación completa del señuelo naranja. Hay que apostar por la vuelta a la moderación, al viejo “ni rojos ni azules” con el que la marca consiguió sus mejores cifras.

Votación de la candidata de Cs al Congreso por Barcelona Inés Arrimadas junto a su esposo Xavier Cima el día de las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019. EP

No solo Arrimadas: ¿está planeando Ignacio Aguado dar un paso adelante?

Ignacio Aguado es uno de los hipotéticos líderes que estarían pensando presentarse para escribir el futuro de la estructura. El líder de la formación en la Comunidad de Madrid está quemado por sus reuniones secretas con Rocío Monasterio y el apoyo envenenado de la extrema derecha en forma de abstención. Sin embargo, tal y como apunta lapoliticaonline.com, el dirigente nunca fue partidario de apostar por esta vía, y se muestra dispuesto a poner su candidatura encima de la mesa y vencer a Inés Arrimadas. ElPlural.com se ha puesto en contacto con el equipo de Aguado, pero, a la hora de publicación de esta información, no ha recibido respuesta.

Merece la pena destacar que su candidatura vendría marcada por las sospechas de corrupción que penden sobre el político madrileño. "Ignacio Aguado, portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, ha presentado una querella criminal infundada, maliciosa y temeraria contra nuestro editor, Enrique de Diego, por informar verazmente de que en la campaña de las municipales y autonómicas de 2015, Ciudadanos estableció un sistema de financiación al margen del marco legal, obligando a los candidatos a financiarse su campaña, al margen de la contabilidad del partido y sorteando la preceptiva fiscalización del Tribunal de Cuentas", apuntan desde Rambla Libre, medio que dirige el propio de Diego.

Rufo Benito, exportavoz de Ciudadanos en San Lorenzo del Escorial, también declaró en contra del dirigente públicamente: “Ordenó desarrollar un sistema de financiación ilegal en la campaña electoral de 2015". Según Rufo Benito, desde el partido se les avisó de que ellos "no pagaban nada" y que la campaña se la debían costear ellos mismos. 

Además, Juan Carlos Bermejo -rival en las Primarias del dirigente en la Comunidad de Madrid- denunció un presunto pucherazo en el recuento de votos. Pese a pedir con insistencia toda la documentación necesaria para comprobarlo, Bermejo se ha quejado de forma reiterada del modus operandi de la comisión de garantías de los naranjas.

Ignacio Aguado y Ángel Garrido en la Puerta del Sol. Cs