La hasta ahora portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Inés Arrimadas, tomará el mando de la formación naranja, tras la dimisión de Albert Rivera, según han adelantado fuentes del partido a El Plural.

Rivera anunció su dimisión a la Comisión Ejecutiva Nacional de Ciudadanos reunida, esta mañana, en su sede tras la debacle electoral este 10 de noviembre. Antes del inicio del  cónclave, Fernando de Páramo, el secretario de Comunicación ha reconocido que "los resultados han sido malos sin excusas" y que "habrá que asumir responsabilidades". El propio líder asumió anoche que los resultados han sido "malos sin paliativos y sin excusas", y lamentó que los españoles le hayan dado la espalda y prefierieran "votar a Vox antes que votar centro".

Ciudadanos ha bajado desde los 57 escaños que consiguió en abril de este año a escasos10 diputados, perdiendo más de dos millones y medio de votos y dejando fuera del Congreso a varios de sus más importantes dirigentes.En las próximas semanas, la formación naranja celebrará un congreso extraordinario para elegir a un nuevo presidente y a una nueva dirección, en la que Inés Arrimadas es, sin duda, la gran favorita.

Una carrera meteórica

La carrera de Arrimadas ha sido meteórica, desde que asumió la dirección del partido en Cataluña y consiguió liderar la oposición en el Parlament tras ganar las elecciones en ese comunidad, en votos y escaños, en 2017, once años después de su fundación.  La entonces candidata a liderar la Generalitat naranja se coronó aquel21-D como la gran ganadora de la cita con las urnas y logró capitalizar la mayor parte del voto útil del constitucionalismo, mientras el PP sufría un batacazo sin precedentes de la mano de Xavier García Albiol.

El no de Rivera y Arrimadas a Sánchez

Arrimadas será con toda seguridad la nueva líder de una formación que nació para defender los principios constitucionales en Cataluña frente al creciente independentismo y que luego hizo suya la bandera de la lucha contra la corrupción en pos de la transparencia, unos principios que fueron solventados cuando su presidente, Albert Rivera, decidió apoyar la investidura de Mariano Rajoy, a pesar de Gürtel, Púnica y el resto de casos que afecta a numerosos cargos populares.

Tras los avatares del PP con la Justicia y la moción de censura, voces destacadas del partido naranja defendieron favorecer un Gobierno de Pedro Sánchez, tras su moción de censura a Rajoy y, con especial énfasis tras las elecciones de abril pasado, pero Albert Rivera se mantuvo inamobible en su postura del no al PSOE, que ha respaldado en todo momento su escudera hasta ahora, Inés Arrimadas.