El Gobierno ha respondido con contundencia al presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, y le ha recordado la reunión fallida que mantuvo el pasado mes de abril con Alberto Núñez feijóo, a quien acusan de tirar por tierra y "destrozar" el acuerdo para renovar el poder judicial. Así se ha manifestado este miércoles Moncloa al respecto de la amenaza de Lesmes de dimitir si no se desbloquea la situación, encallada desde hace años por parte de los populares.

De esta forma, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha replicado este miércoles a la petición del presidente en funciones del CGPJ de que se produzca un nuevo encuentro entre ambos líderes para desenredar los nudos entorno a la renovación del órgano de gobierno de los jueces, que lleva casi cuatro años sin producirse, tal y como marca la ley.

"Dos no pactan si uno no quiere"

Lesmes, en la apertura del curso judicial, ha pedido públicamente a Sánchez y Feijóo que se reúnan "con urgencia" para pactar la reforma del CGPJ en las "próximas semanas", al tiempo que ha amenazado con tomar decisiones "que ni quieren ni le gustan" si no se devuelven sus plenas capacidades al Consejo. De hecho, ha avisado con dimitir en "cuestión de semanas, no de meses".

"Dieciocho meses después de su aprobación, los efectos de esta Ley son devastadores. El Tribunal Supremo tiene 14 vacantes sin cubrir y en los próximos meses serán 20, lo que representa el 25% de sus efectivos. De las 116 presidencias de tribunales existentes en nuestro país, 49 de ellas no están desempeñadas por un presidente titular y el próximo 21 de diciembre la Sala de Justicia del Tribunal Militar Central dejará de actuar por falta de todos sus miembros procedentes del Cuerpo Jurídico Militar predeterminados en la Ley ya que las vacantes no han podido ser repuestas", ha dicho.

A su juicio, "el estropicio es tan grande que no se había producido una situación semejante en la cúpula de la Justicia española en toda la historia de nuestra democracia, con unos efectos negativos que se van extendiendo poco a poco a toda la organización judicial". Por eso, ha emplazado a los dos dirigentes a reunirse de nuevo de "urgencia" para desencallar una coyuntura que ha calificado de "insostenible".

Ante esto, fuentes de Moncloa señalan que este -el de desbloquear la renovación del CGPJ- era uno de los pactos que Sánchez ofreció al presidente del Partido Popular en la primera reunión que ambos mantuvieron en el palacio presidencial el pasado mes de abril, después de que Feijóo se pusiese al frente del partido para sustituir a Pablo Casado. Así, acusan a Feijóo de haber "destrozado" el único pacto que había entre las dos partes, además de no haber querido construir ninguno nuevo.

"Dos no pactan si uno no quiere", zanjan. Además, cabe recordar que esta formación pactó por escrito con el PSOE esta máxima en 2021, a pesar de que la nueva dirección -liderada por Feijóo- se desvincula completamente de estos acuerdos, que tachan de "marrullería política", y piden "empezar de cero".

Feijóo insiste en sus condiciones

Por su parte, el líder popular ha manifestado su disposición a volver a mantener un encuentro con el jefe del Ejecutivo para abordar esta cuestión, aunque insiste en hacer referencia a sus condiciones. Así lo ha dicho este mismo 7 de septiembre durante una conversación informal con los periodistas en el Tribunal Supremo tras el dircurso inaugural de Lesmes.

Allí, Feijóo ha afirmado que está dispuesto a mantener un encuentro con Sánchez si este le llama y siempre y cuando se sigan las condiciones que ya había fijado entonces su partido. Tal y como ha asegurado ante los medios, el dirigente nacional del PP se ha abierto a reunirse con el presidente del Gobierno pero el debate tendrá que girar entorno a su propuesta y sus requisitos, entre los que se encuentra negociar el mismo documento presentado el pasado julio.

Por tanto, la reunión -y la negociación- quedaría supeditada, según ha dicho a Feijóo, a varias cláusulas: que un ministro no pueda pasar a la Fiscalía General del Estado al día siguiente de cesar o a presidir una sala del Tribunal Supremo, que para ser juez del Supremo sea necesario llevar 25 años poniendo sentencias o que para acceder a la carrera judicial sea necesario un concurso oposición.