En el balcón, más allá de las doce de la noche y acompañado de la plana mayor del Partido Popular. De esta forma ha salido Alberto Núñez Feijóo desde Génova 13 a celebrar la insuficiente victoria en las urnas en estas elecciones generales, que pese a haber logrado más apoyos y escaños le aleja de la Moncloa de forma categórica. En este contexto, el dirigente popular ha intentado aparcar el desánimo que ha reinado en la sede durante toda la tarde a la luz de los sondeos y el escrutinio, y ha reivindicado su amargo triunfo ante miles de simpatizantes para que le dejen gobernar. Una opción que la cúpula ve complicada en la intimidad.

Entre parones por gritos del lema ultra 'Que te vote Txapote' o 'Ayuso, Ayuso' a las puertas, Feijóo ha insistido en asegurar que Pedro Sánchez ha perdido las elecciones frente a sus 136 escaños sin mencionar que, pese a este resultado, el PP y Vox no suman lo suficiente para tener mayoría absoluta que le permitan gobernar. Ahora la llave la tiene Junts per Catalunya, que ya ha anunciado que no va a dejar un camino de rosas al dirigente socialista para revalidar un gobierno de coalición, en esta ocasión con Sumar, que logran 122 asientos y 31 respectivamente. Pero los cálculos se lo han complicado al dirigente.

Feijóo tiene difícil (casi imposible) gobernar

Feijóo insiste en la lista más votada. "Es una anomalía en Europa que gobierna la segunda fuerza más votada", ha dicho desde el balcón para destacar su ventaja en escaños y votos con respecto al PSOE. Así, y con un aire eufórico de puertas para afuera, Feijóo ha anunciado que va a intentar formar gobernar al tiempo que ha percutido en las dificultades que dice han tenido los españoles para votar. No solo ha mencionado las "altísimas temperaturas" de este domingo de julio, también ha apuntado a los conflictos con Correos e incluso con Renfe, después del incidente con el AVE de Valencia a Madrid que ha afectado a decenas de personas.

Minutos antes ya lo han dejado caer fuentes del Partido Popular. Feijóo va a pedir al resto de formaciones del hemiciclo del Congreso de los Diputados que le dejen gobernar en pro de la gobernabilidad de nuestro país y la "responsabilidad" frente al "bloqueo". En este caso, incluso aunque las cifras no le den. Y es que el dirigente gallego ha ganado la elecciones con 136 escaños, muy lejos de los 176 que se necesitan para la mayoría absoluta. La perspectiva de los barones populares eran unos 150 asientos, por lo que el resultado no es para nada el esperado para la plana mayor de Génova. 

"Me comprometo a que la gobernabilidad de España no pase por los que quieren romperla", ha dicho una vez más, como ya lleva haciendo en los últimos meses y en la campaña, este domingo el líder popular. Su intención es solicitar al resto de fuerzas que opten por la abstención para que gobierne la lista más votada, aunque no la más representativa. Y es que los populares ven como opción que ostente la presidencia del Gobierno una de las listas menos apoyadas en el caso de llegar a formar un Ejecutivo frente a los 350 totales del Congreso de los Diputados.

Génova rebaja las expectativas

Que solo haya habido a lo largo de toda la tarde una comparecencia pública de la cúpula ya ha puesto de manifiesto el ánimo decaído en Génova. Solo ha acudido a rueda de prensa la secretaria general de la formación, Cuca Gamarra, en torno a las 20:30 de la tarde, hora muy temprana para conocer datos óptimos para sacar conclusiones. De hecho, la también portavoz popular ha pedido "prudencia" aunque con optimismo. "Va a ser una buena noche electoral", ha dicho, colocando sus cábalas en buenas perspectivas. Nada más lejos de la realidad.

Y es que Feijóo, incluso, ha sido el último de los dirigentes en salir ante los medios a pronunciarse, pese a que lo ha hecho con aires de vencedor. Los resultados no han sido buenos, y las encuestas, muy alejadas de la realidad. Así lo han admitido voces muy cercanas al dirigente cerca de la una de la mañana, sin ninguna otra comparecencia pública mas allá de Gamarra y del líder desde el balcón. Estas fuentes aseguran que los sondeos han fallado, las cifras que manejaban eran otras, e insisten en pedir que los partidos dejen gobernar al dirigente popular en solitario.

Que se abstenga Vox, PNV e incluso el PSOE

Para ello no solo van a hablar con el PSOE, como ha anunciado el propio gallego, sino que su estrategia pasa por pedir la abstención a Vox y a otras fuerzas, como el PNV. Cualquiera de las dos opciones las ven muy complicadas y admiten que no es el escenario más favorable para ellos. Al mismo tiempo, esgrimen que el centro derecha ha logrado más apoyo en esta cita con las urnas que incluso lo que logró Mariano Rajoy en los comicios del año 2011, lo que a su juicio muestra un avance de este segmento político frente a la izquierda.

De hecho sostienen que el PSOE ha mejorado sus resultados en votos y en escaños con respecto al 2019 pero solo por "fagocitar" a sus socios, concretamente a Unidas Podemos, ahora dentro de Sumar. Con todo, Yolanda Díaz ha obtenido 33 escaños, una cifra no baladí. En este contexto, la cúpula popular deslizan una suerte de apartamiento de Sánchez dentro de Ferraz para que los barones socialistas permitan a Feijóo gobernar, algo que se espera mucho más complicado que un sí de Santiago Abascal. Más aún cuando el PSOE ha demostrado resistencia.