Fracaso estrepitoso de la huelga general convocada por Solidaridad, el sindicato de Vox. Es el titular más claro que puede sacarse de lo que ha sido una pantomima que ha tenido un seguimiento ínfimo y en la que no se ha reivindicado derecho laboral alguno, que se supone que debería ser el objetivo de cualquier huelga que se precie. Un paro que estuvo argumentado ante el Ministerio de Trabajo con la premisa de "protestar por las futuras medidas del Ejecutivo", es decir, por algo que aún no ha ocurrido, y que en realidad lo que pretendía era protestar contra la amnistía a los implicados en el procés independentista de Cataluña y contra el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. La lucha por los derechos laborales, que es para lo que se hacen las huelgas, ni ha estado ni se la esperaba.

El impacto y seguimiento de esta huelga ha sido prácticamente nulo. Uno de los principales parámetros que se utilizan para medir el efecto de un paro sobre la actividad productiva es el consumo de electricidad, y de acuerdo con los datos de la Red Eléctrica, el consumo no ha experimentado cambios significativos, manteniéndose en niveles normales durante todo el día. A su vez, cabe destacar otras dos particularidades que dejan ver que esta huelga, por llamarla de alguna manera, ha sido un desastre: en primer lugar, la hora de su convocatoria, las 20:00 horas de un viernes, cuando la enorme mayoría de la población ha terminado su jornada laboral, y en segundo lugar, que se han enviado piquetes informativos a las sedes de partidos políticos y sindicatos. Los piquetes informativos se envían, en las huelgas normales, a las puertas de los centros de trabajo para comunicar a los trabajadores los motivos de las protestas, y no a las sedes de partidos, lo que evidencia, una vez más, que la motivación de la movilización ha sido política y no laboral.

Ni siquiera el sindicato facilita datos del seguimiento

A su vez, cabe destacar que ni siquiera Solidaridad ha facilitado los datos del seguimiento de la huelga, y se ha limitado a compartir vídeos de los piquetes en las sedes del PSOE, UGT y Comisiones Obreras, provocando situaciones de tensión que han hecho intervenir a la Policía. Por otro lado, huelga recordar (valga el chascarrillo) que Vox ha sido el partido más duro hacia los piquetes en el pasado, han pedido que se les persiguiera con todo el peso de la justicia y han mostrado en numerosas ocasiones su oposición a las huelgas generales.

Como era de esperar, ningún otro sindicato ha secundado esta huelga, y de hecho ha habido confrontación: el secretario general de Solidaridad y diputado de Vox, Rodrigo Alonso, aseguró el miércoles que miembros de CCOO y UGT coaccionaron a trabajadores que querían ir a la huelga, y amenazó con denunciarlos. Sin embargo, Solidaridad fue incapaz de aportar ejemplos de empresas donde esto ocurriese.

"El seguimiento de la huelga de Solidaridad es de cero personas", ha indicado un portavoz de Renfe, empresa en la que los sindicatos desconvocaron cinco jornadas de huelga para protestar por el traspaso de Rodalíes a Cataluña. Por parte de la Administración General del Estado, el seguimiento ha sido prácticamente inexistente: sólo se han reportado dos trabajadores en huelga de los 4.782 del turno de noche.

La incidencia en el sistema educativo también ha sido ínfima. En Andalucía, por ejemplo, la Consejería de Educación ha comunicado que han sido sólo 71 los docentes en huelga del total de casi 108.000 que tiene la enseñanza pública, es decir, el 0,07%. Por su parte, Escuelas Católicas, la primera patronal de la enseñanza concertada en España, ha afirmado que "a falta de datos, la sensación es de completa normalidad". Misma respuesta que ofrecen diferentes directores de institutos públicos de diferentes comunidades autónomas. Tan solo un centro de Madrid reporta que un 5% de su alumnado ha secundado la huelga, aunque, según apuntan, "previsiblemente para poder estudiar para la semana que viene, más que por seguimiento a la huelga".

Desde el sindicato, por contra, satisfechos

A pesar de que el panorama ha sido completamente desolador para ellos a la vista de los datos y de la no adscripción de más organizaciones sindicales, el secretario general del sindicato Solidaridad, Rodrigo Alonso, se ha mostrado satisfecho por el desarrollo de la huelga y ha amenazado con denunciar a "los que han agredido a los piquetes informativos".

"Vamos a denunciar a todo aquel que ha agredido a piquetes informativos que había allí. Los tenemos identificados y los vamos a llevar ante la justicia", ha expresado en declaraciones a los medios antes del inicio de la manifestación convocada desde los Arcos de Moncloa hasta Ferraz, para protestar por la ley de amnistía y los pactos de Pedro Sánchez con los partidos independentistas, mismos pretextos que la primera huelga de la historia que no ha sido convocada con el objetivo de buscar una mejora en los derechos de los trabajadores.

Alonso también ha denunciado que "la Generalitat de Cataluña no ha publicado los servicios mínimos" en Rodalies para la huelga y, preguntado por el seguimiento de la protesta, ha criticado que el Ministerio les haya negado datos. "Esta mañana ha salido información totalmente errónea acerca del seguimiento que calificaban como nulo", ha denunciado, a la vez que ha reiterado que CCOO y UGT han coartado y coaccionado a trabajadores para que no se sumen a la huelga. Los datos, expuestos con anterioridad en este mismo artículo, le quitan la razón, en tanto que el seguimiento ha sido casi inexistente según las fuentes oficiales.

"La lucha sigue hasta romper esos pactos que el Gobierno de España ha firmado con todos los partidos separatistas y que van a suponer una regresión al derecho laboral de todos los trabajadores", ha argumentado el líder de Solidaridad. La manifestación ha comenzado sobre las 19.15 en los Arcos de Moncloa y ha discurrido de forma pacífica hasta la sede del PSOE en la calle Ferraz, donde la policía no ha tenido que realizar cortes de tráfico esta vez.

Los manifestantes portaban, como en las protestas celebradas hasta la fecha, banderas de España, alguna que otra agujereada sin el escudo real, carlistas y alguna franquista, a las que se han unido enseñas de Solidaridad, que las han repartido entre los asistentes. El liderazgo de la marcha ha estado marcado por el sindicato, que iba reivindicando su papel con cánticos como 'Patria, trabajo, Solidaridad'.