El Orgullo LGTBI no llega oficialmente a Madrid hasta que la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, dan rienda suelta a sus disparates en detrimento del colectivo y de un territorio que, aunque a algunos no les guste, es cada vez más abierto.

Si hace unos días el responsable de Cibeles dejaba claro que, por enésimo año, no iba a colgar la bandera arcoíris de la fachada del Consistorio, la región ha ido a tumba abierta contra las asociaciones y entidades que imparten charlas y talleres en centros educativos.

Emilio Viciana, consejero de Educación de la Autonomía, dejaba claro, antes de embarcarse con la lideresa ‘popular’ en otro viaje a Estados Unidos -esta vez para buscar financiación universitaria a la vez que mantiene a la universidad en guerra- que son “asociaciones médicas” y “científicos” quienes deben dar clase de contenido sexual a menores. “Para que haya una protección en este ámbito sin influencias más allá del rigor científico”, defendía.

Electoralmente puede hasta considerarse una estrategia inteligente en tanto en cuanto hay familias, también dentro del electorado popular, que se abren cada vez más a este tipo de clases, pero sin rebasar lo que desde posiciones conservadoras y, especialmente ultraconservadoras, consideran líneas rojas.

Tres especialistas dejan en evidencia a la presidenta

ElPlural.com ha recurrido a personas expertas en cuestiones LGTBI a nivel político y social. Tres voces y unos pocos minutos de conversación han bastado para desmontar la tesis del Ejecutivo de Ayuso: Santi Rivero (diputado y portavoz de Cultura y LGTBIQ+ del PSOE de Madrid (PSOE-M) en la Asamblea; representante a su vez que replicó el discurso de Viciana en la Cámara), Jimena González (Doctora en Filología Románica y diputada de Más Madrid en el Parlamento de Madrid) y Roberto Sanz (sexólogo, psicólogo y docente en la Fundación Sexpol, entre otros cargos).

Empezando por el primero, al tratarse de la persona que respondió al consejero de Educación, éste se refiere a los conceptos que se imparten en los talleres, el objetivo último que persiguen o la distinta vara de medir empleada por el PP. “La meta no es aportar una explicación médico-científica, sino de hablar de una realidad: la de las personas LGBI y la discriminación que sufren, especialmente las personas trans. De hecho, es la principal causa de acoso escolar en toda España”, expresa.

Quien ejerciera a su vez como vicepresidente de la junta directiva del Colectivo LGTBI de Madrid (COGAM) deja claro que, la mayoría del personal que lleva a cabo estas charlas procede del gremio de la educación (magisterio, educación social, etc.). “Es como si para dar una clase enfocada a las personas con discapacidad y la no discriminación hacia ellas acude un fisioterapeuta”, compara.

Es la principal causa de acoso escolar en toda España

El diputado socialista considera que en este tipo de declaraciones “existe una cuestión de fondo LGTBIfóbica y, sobre todo, transfóbica, como si la transexualidad fuera una enfermedad o algo que se puede/debe evitar”, aunque tampoco sorprenden a nadie, pues “sigue la estela de la reforma de la Ley Trans autonómica”: “En el documento que edita la Comunidad hacen hincapié en el grado de arrepentimiento. Yo pedí datos y a día de hoy no han sido capaces de darme ninguno, porque el porcentaje es ínfimo”.

El portavoz de la formación de Óscar López en materia LGTBI asegura que la región “engaña en más cosas”, como que las personas trans pueden acceder a cirugías u hormonas antes de los 16 años. “La intención con todo esto es volver a relacionar a las personas LGTBI con el aspecto médico y considerarnos prácticamente personas enfermas que nos podemos curar o que es mejor evitarnos”.

A más a más, Rivero recuerda que los contenidos que se reproducen en las aulas fueron aprobados por la propia Consejería y que muchas de estas entidades reciben financiación de la administración Sol. “La región eliminó de la ley el capítulo que reconoce la capacidad de las identidades y el Tribunal Constitucional (TC) ha tumbado la decisión, restituyendo que el artículo se quede como estaba”, rememora.

Desde Más Madrid, por continuar con el ámbito político, hablan en el mismo tono contundente. “No es una reforma, sino una derogación”, anuncia en declaraciones a este periódico la fuente de formación que en la Cámara regional capitanea Manuela Bergerot. “La pregunta es con quién van a tener que competir los y las profesionales, si con los Legionarios de Cristo, a quienes Ayuso ha regado con más de tres millones de euros, o con otras asociaciones como Amanda, cercana al entorno de la presidenta y que niegan las infancias trans”, lapida.

Así las cosas, la diputada lamenta que el Ejecutivo regional “ha emprendido una deriva reaccionaria de la mano de colectivos ultracatólicos”. “Nos preocupa muchísimo. No vamos a permitir que con la excusa de la ‘libre concurrencia’ el Partido Popular cuele discursos fanáticos del nacional catolicismo en los centros”, asegura.

Quiere que los y las profesionales compitan con los Legionarios de Cristo

Sanz nos descuelga el teléfono y, tras haber consultado algunas informaciones derivadas de la que se trata en estas líneas, no puede evitar la pregunta: “Ayuso gobierna ya en solitario, ¿verdad? (…) Porque parece una medida en la línea del pin parental que pide Vox”.

Ponente en múltiples congresos y jornadas se sexualidad tanto nacionales como internacionales, pide centrar su parte en el área científica, precisamente tal y como justifica su defensa la derecha, para contestar con la misma moneda. “La sexología sigue siendo inexistente y tenemos mucho más prestigio a nivel social que político (…) Se olvida que la sexología, ya sea como disciplina o como capacitación, es la única que puede entrar en hacer determinadas formaciones, sencillamente porque es la única que puede integrar ese parte médico/científica en el apartado social y psicológico”, desarrolla.

Sanz fue uno de los socios fundadores de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGEM), y desde su experiencia confirma el tono de sus compañeros: “El problema de todo esto es que una entidad o profesional médico va a poder plantear su campo, que es la biología, anatomía, fisionomía… Y hablando del colectivo tenemos que integrar más factores, porque la identidad sexual o sexo-género va más allá y tiene más componentes. De la otra manera la visión se queda muy corta”.

¿Ayuso gobierna en solitario?

En el ámbito local, preguntamos también a los protagonistas de estas líneas por la decisión de Almeida de que la bandera LGTBI vuelva a no ondear en Cibeles. “Vemos constantemente estos desprecios. Esta semana Carla Toscano (Vox) relacionaba las siglas con la pederastia o la corrupción de menores con el beneplácito del presidente de la Mesa, del PP, quien con su silencio desprotege además a miembros de la junta municipal que pertenecen al colectivo”, recuerda Rivero. “Podría haberla expulsado atendiendo al reglamento, pero no quiso. No sabemos si estaba de acuerdo”, concluye.

“(El tema de la bandera) para algunos será absurdo, pero es muy simbólico”, acuña Sanz. “Pero bueno, la política al final se mueve por simbolismos, incluso desde la izquierda, cuando a veces da la sensación de que los apoyos que se ofrecen son más verbales que otra cosa”, lamenta para terminar pidiendo más “medios” para que los profesionales puedan abordar el escenario actual.

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