Se hablaba del Viernes de Dolores para la previsible investidura de Alfonso Fernández Mañueco, si el presidente de las Cortes, Carlos Pollán (Vox), arrancaba a convocar con tiempo suficiente la Mesa y Junta de Portavoces antes de la Semana Santa, cerrando así un nocivo tiempo de bloqueo en la Junta de Castilla y León.
El Registro de las Cortes no cerró en positivo hasta este martes, señalando el jueves, 7 de abril, como fecha para la reunión de aquellos dos órganos, y el lunes el Pleno que, salvo sorpresa mayúscula, convertirá a Mañueco en presidente de Castilla y León por segunda legislatura consecutiva, o mejor dicho, primera y media.
Vox afirma que dará a conocer el acuerdo final de Gobierno con el Partido Popular, del que estaba pendiente la investidura, mediante nota de prensa.
El partido de Abascal incluía entre sus exigencias para apoyar la coronación de Mañueco que el vicepresidente, García-Gallardo, ostentara la Dirección de Comunicación de la Junta, que hasta ahora dependía de Presidencia, y las comisiones de delegados y secretarios, cuando esta última decide los asuntos que van a la Junta de Gobierno.
Tal vez el destino, que es muy sabio, ha hecho coincidir la Semana Santa -la de toda la Comunidad Autónoma, pero especialmente la vallisoletana, dolorosa y llena de autos de fe en la ciudad sede de Las Cortes de Castilla y León-, con el proceso de investidura, costoso, cansino y propio de un viacrucis, del popular Alfonso Fernández Mañueco, entregado en los brazos de un compañero -también del destino-, Juan García-Gallardo, del partido de Santiago Abascal, más que retorcido en sus exigencias, que abarcaban la Dirección de Comunicación, y las decisiones en las comisiones de secretarios y delegados. Casi nada.
Tras la propuesta formulada este martes por el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán Fernández, de acuerdo con el artículo 135.1 del Reglamento de las Cortes; la Mesa de las Cortes y la Junta de Portavoces se reunirán, por fin, (después de más de tres meses de Gobierno en funciones y un mes desde que se propuso a Mañueco como presidente durante el Pleno de constitución del Parlamento regional de esta XI legislatura, -el 10 de marzo-), "el próximo jueves para dar cuenta de la tramitación de dicha propuesta y convocar la sesión plenaria en la que se debatirá y votará la investidura del candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León del procurador Alfonso Fernández Mañueco".
Salvo sorpresa mayúscula, y a la espera de saber qué le ha dado el PP de Feijóo a Vox para contentarle, después de tanta zozobra en las últimas semanas, -algo que Vox asegura que desvelará mediante nota de prensa-, el lunes, santo, Alfonso Fernández Mañueco reanudará un mandato que él mismo cortó abruptamente, el 20 de diciembre pasado.
Aquella mañana, mientras el presidente del Gobierno y el rey Felipe VI se detenían en la estación de Zamora en el viaje inaugural del AVE Madrid-Galicia, Mañueco, que disculpó su ausencia a "alta velocidad", dinamitaba el acuerdo adoptado en 2019 con un Francisco Igea, número uno de la entonces encumbrada Ciudadanos, -a todas luces muy a su pesar (el de Igea)-, basándose en deslealtades cuya realidad, los verdaderos ciudadanos nunca llegaron a comprender.
La decisión no sólo apeó a Mañueco de aquel AVE, sino que también le apeó de una legislatura y le embarcó en un futuro, incierto, que sólo vino a apuntalar su debilidad y, con el tiempo, su dependencia de un partido de ultraderecha que no parece, a estas horas, tener fin en sus pretensiones.
Tudanca: ¿Cuál ha sido el precio?
Mientras la incógnita se resuelve, pendiente de la comunicación mediante nota de prensa de Vox, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Luis Tudanca, preguntó este martes al presidente de la Junta en funciones, Alfonso Fernández Mañueco, “cuál ha sido el precio” que ha tenido que pagar a la extrema derecha para mantenerse en el poder, una vez que parece que se ha desbloqueado el proceso de investidura después de la convocatoria hoy de la Mesa y la Junta de Portavoces para este jueves.
Después de tres meses con Castilla y León “paralizada” y sin gobierno y sin presupuestos en un momento “crítico y decisivo”, dice el líder de los socialistas, ahora parece que se desbloquea este proceso de investidura después de unas semanas “vergonzosas y vergonzantes” con una negociación “absolutamente opaca y en los despachos” en la que PP y Vox han “arrastrado” el buen nombre de Castilla y León por España y por Europa.
Tudanca cree que Mañueco “ha sacrificado a Castilla y León y se la ha entregado a la extrema derecha, recortando derechos y libertades y Estado del Bienestar, a cambio de seguir en el poder” y que Feijoo se estrena al frente del PP “de la peor manera posible”.