Los vecinos de Mingorrubio han amanecido este jueves con sus calles tomadas por periodistas y policías. El cementerio de este pequeño núcleo de población ubicado en el barrio de El Pardo es el lugar que ha escogido el Gobierno para la inhumación de los restos de Francisco Franco, tras su exhumación del Valle de los Caídos.
Un día histórico que ningún vecino se ha querido perder. Sin embargo, las fuertes medidas de seguridad -policías restringen el acceso desde un kilómetro antes- han privado a estos curiosos de acercarse demasiado al lugar de los hechos.
Un dispositivo de seguridad que dos señoras han conseguido sortear sin grandes dificultades. Estas, moviéndose por una vía pecuaria paralela a la carretera principal, se han plantado hasta apenas 100 metros de la entrada del cementerio. Sin armar jaleo y a 8 grados, se han mantenido varias horas de pie charlando entre ellas y evitando a la prensa, acusándola de estar manipulada y de haberse vendido a la izquierda. No obstante, ElPlural.com ha conseguido hablar con ellas unos minutos.
“Nosotras solo queremos rezar por Franco”, reconocen a este medio.
Sobre el traslado, apuntan que es una “vergüenza” esta “profanación” que lo que busca es “ganar un puñado de votos” y no dudan en alabar su legado: “No se le perdona que haya sido el único general que ha derrotado al comunismo”. Asimismo, critican la historia que se le está contando a los “rapaces” con “atrocidades cometidas por los republicanos y atribuidas a Franco”.
Por último, se despiden de nosotros abruptamente por la llegada de más compañeros que quieren entrevistarlas (sin éxito) con el siguiente deseo: “Que ningún muerto vuelva a pasar por esta humillación”.
