Es la segunda vez que el rey Felipe VI se dirige a la ciudadanía para celebrar y felicitar la Navidad pero, como suele ser habitual en este tipo de discursos, ninguna palabra, localización, gesto o imagen usada es casual. Todo tiene un por qué.

Por primera vez, el rey ha hecho su discurso desde el Palacio Real, situado en la Plaza de Oriente de Madrid, y no desde Zarzuela como venía siendo habitual. ¿La razón? Según ha explicado él mismo, este palacio es el lugar donde se celebran los actos que recuerdan “la grandeza de España”.

Un lugar que pertenece a “todos los españoles y es un símbolo de nuestra historia que está abierto a todos los ciudadanos que desean conocer y comprender mejor nuestro pasado”, ha asegurado para remarcar que “esa historia, sin duda, debemos conocerla y recordarla, porque nos ayuda a entender nuestro presente y orientar nuestro futuro (…) porque la historia, además, define y explica nuestra identidad a lo largo del tiempo”. Un mensaje que coincide con la cuestión soberanista en Cataluña y el temor, de algunos partidos, de la búsqueda de la ruptura de la soberanía nacional.

Con la elección de este emplazamiento, el rey no solo innova, sino que usa una metáfora de la unidad de todos los ciudadanos bajo un mismo techo. De la misma forma que se despide felicitando las navidades en todas las lenguas oficiales o que su discurso estará disponible, por escrito, en dichas lenguas.

Entendimiento, convivencia, diálogo, plural y constitucional
En esta misma línea, en los 12 minutos y 10 segundos que dura el discurso, Felipe VI ha repetido una y otra vez las palabras “entendimiento”, “convivencia”, “diálogo”, “compromiso”, “juntos”, “voluntad”, “pueblo”, “plural”, “Constitución” o “constitucional”, todo lo que a su entender necesita en estos momentos nuestro país para tener un presente, un futuro y una historia mejor.

Hay que recordar que este tipo de discursos suelen estar escritos y cerrados con mucha antelación pero, en esta ocasión, el rey ha tenido que esperar casi hasta el último momento para poder redactarlo. Estaba claro que los resultados que salieran de las urnas el 20-D iban a ser decisivos a la hora de escoger las palabras. Y así ha sido. No por casualidad reconoce la pluralidad o apela al diálogo, el entendimiento y la voluntad, sobre todo cuando cada vez se ve más complicado la posibilidad de formar gobierno tras las elecciones.

Sin rastro de sus hermanas, Don Juan Carlos y Doña Sofía
Como broche de oro, una serie de imágenes acompañadas del himno nacional. Cuatro intantáneas con las que la Corona ha querido resumir el día a día de los reyes en este 2015 y en las que no hay ni rastro de las infantas Elena y Cristina ni de los anteriores monarcas, Don Juan Carlos y Doña Sofía.

Con el inicio del juicio del caso Noos planeando sobre ellos, el monarca ha preferido dar una imagen de familia en la que solo cuenta con su esposa y sus dos hijas; pero también de cercanía hacia el pueblo.

Por ello, se nos ha mostrado a todos los españoles como el rey, la reina y sus dos hijas pasaron las vacaciones en Marivent (Mallorca) o como es su vida en su residencia habitual. Sin olvidar una fotografía de la reina junto a un grupo de niños o al rey saludando a los ciudadanos en un acto oficial.