Mariano Rajoy ha apostado la mayor parte de su discurso en la clausura de la convención nacional que su partido celebra en Valladolid en la “herencia recibida”, en atacar al PSOE y, en particular, a su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, como parte del Ejecutivo socialista que le dejó, según dijo “un panorama desolador”, “un país al borde de la quiebra" por la "ineptitud de un mal Gobierno", que él, salvador, está sacando del bache, tras “arremangarse” y “empezar a trabajar”.

"Rubalcaba, cállate"
Rajoy ha dicho directamente a Rubalcaba, al que ha acusado de alimentar el desánimo entre los españoles: "Tú, que eres parte de la causa de ese calvario o te callas o reconoces el mérito de la gente".

Rajoy habla en pasado del paro y la crisis
El presidente del Gobierno ha insistido en que los datos que maneja apuntan una recuperación económica y que indican que el país está "mejor". Rajoy ha hablado en pasado cuando se ha referido a la crisis, al desempleo y a las empresas que son avocadas a cerrar, como si todo eso ya no formara parte del presente que viven los españoles.

Lo que todos reconocen fuera
"Como reza el eslogan de esta convención, es un cambio que va en la buena dirección", ha añadido Rajoy, "España está en marcha, lenta todavía, pero inexorablemente en marcha", ha sentenciado el presidente, que ha reivindicado las políticas adoptadas por su Gobierno para sacar a España de la crisis "con sus propias fuerzas". "No es por presumir", ha puntualizado, es que "alguien en este país tiene que reconocer lo que todos reconocen fuera". El jefe del Ejecutivo ha insistido en que “no ha habido en España un periodo de reformas tan importante” como el acometido por su Gobierno.

“Alguien tiene que decirles a los españoles que lo están haciendo bien, que sus sacrificios no son en balde y que entre todos estamos dando pasos para recuperar lo que nunca deberíamos haber perdido", ha añadido el presidente del Gobierno.

Rajoy se vanagloria de preservar el Estado de bienestar
El presidente del Gobierno, de espaldas a lo que ha sido la realidad durante sus dos años de legislatura: miles de miles de ciudadanos en las calles protestando contra sus recortes en educación, en sanidad, en dependencia y otros servicios sociales, se ha vanagloriado de “preservar el sistema público de Sanidad y Educación, que siempre serán gratuitos y públicos”.