El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, asiste a las revelaciones sobre la ‘operación Kitchen’ envuelto en un halo de mutismo absoluto. De hecho, no ha querido responder a las preguntas de El País alegando que “ya no soy un personaje público”. Sin embargo, desde el entorno del ex jefe del Ejecutivo se empieza a señalar sin tapujos al ex número dos de Interior, Francisco Martínez.

Según apunta el diario La Razón, los canales que utilizaba el expresidente en Moncloa vuelven a funcionar para difundir una teoría que exculparía a Mariano Rajoy. Asimismo, el entorno del ex jefe del Ejecutivo ha responsabilizado en primer término al que fuera número dos de Jorge Fernández Díaz en el Ministerio del Interior, Francisco Martínez.

Desde el círculo de Mariano Rajoy se ha vinculado “íntimamente” a Martínez con el excomisario José Manuel Villarejo, con el que mantiene una “presunta” relación de amistad. Aseguran que “intimó” en exceso con el expolicía jubilado, con el que montó por su cuenta el entramado parapolicial que se investiga en el ‘caso Kitchen’.

Él no conocía, el no sabía, Villarejo obró por su cuenta y Paco (Martínez) se equivocó al traspasar la raya y hacerse demasiado amigo de Villarejo

El ex jefe del Ejecutivo despeja, así, las acusaciones que le sitúan como “conocedor” del entramado parapolicial dibujado por Interior para recuperar documentación comprometedora de las manos del extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas​.

Pese a la existencia de informaciones y declaraciones de los protagonistas que tumban esta teoría, el entorno del expresidente del Gobierno se ha encargado de difundirla. “Él no conocía, el no sabía, Villarejo obró por su cuenta y Paco (Martínez) se equivocó al traspasar la raya y hacerse demasiado amigo de Villarejo”, deslizan desde el círculo de confianza de Rajoy.

El PP, en “shock”

Mientras el expresidente del Gobierno y predecesor de Pablo Casado en el Partido Popular guarda silencio públicamente, en Génova se ha desatado un estado de conmoción desmedida ante las revelaciones que cercan, incidentalmente, a la actual dirección. Según publica La Razón, la formación conservadora está en “shock” ante las informaciones que dibujan una “mafia” que sitúa a Rajoy en el último peldaño del cadalso político.

Son conscientes de que aún no ha sido imputado, pero “podría serlo si sus subalternos deciden señalarle al tanto de la operación”. “No vale esto de que Villarejo trabajaba para todos los Gobiernos. Nosotros, como Gobierno, con su presidente al frente, tenemos una responsabilidad directa por haber mantenido una organización que parece que se dedicaba a espiar a Bárcenas con el uso de fondos reservados y que, a su vez, montaba operaciones contra adversarios políticos”, detalla un presidente autonómico conservador.

En Génova quieren creer que lo que se está publicando no tiene veracidad y asumen que puede dañar la imagen del partido a la par que descoloca su agenda e incide en su argumentario. “Vuelve a cuestionar a toda la organización y reactiva a la izquierda y a su militancia”, declaran desde el PP a La Razón.

Nosotros, como Gobierno, con su presidente al frente, tenemos una responsabilidad directa por haber mantenido una organización que parece que se dedicaba a espiar a Bárcenas

Entienden que el asunto es “muy turbio” y son conscientes de la “difícil administración” del mismo. Deslizan que Casado tiene que desvincularse del caso, pero debe hacerlo con suficiente sutileza para no causar más inconvenientes al partido al tratarse de una figura histórica de la formación.