Edificio España y Mariano Rajoy / Fotos EFE

 



Puede que en las agendas de los empresarios chinos y en la de los dirigentes del PP no figurara en rojo la fecha del 27 de febrero, cuando el Parlamento español aprobó, únicamente con los votos del grupo popular, restringir la justicia universal. Pero ha sido maniatar la acción de los jueces y empezar a producirse importantes movimientos del capital chino. El mensaje es claro, vuelven a confiar en España, y la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Ana Botella se han apresurado a colgar el cartel de 'se vende' y a entonar el 'bienvenido mister Yuan'.

De las presiones...
La situación se ha volteado rápidamente. El pasado 10 de febrero, el juez Ismael Moreno ordenó la busca y captura para su detención e ingreso en prisión incondicional de cinco exlíderes comunistas chinos, entre ellos el expresidente Jiang Zemin, por delitos de genocidio, torturas y lesa humanidad en relación a la causa por la represión en el Tíbet. El gobierno chino fue explícito: expresó su "fuerte malestar" y su "firme oposición" a la decisión de la Justicia española e instó al Gobierno a resolver "de forma apropiada" el asunto.

... a enseñar los yuanes
Pero tras la reforma exprés de la justicia, de la tensión diplomática se ha pasado a los anuncios de desembarco, al cortejo abierto y a las sonrisas públicas. La imagen de este miércoles no podía ser más simbólica. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, anunciaba que se había cerrado la operación con la que se venía especulando en los últimos días: el Grupo Santander venderá el emblemático edificio España al magnate chino Wang Jianlin. La venta no podía ser más simbólica, pues el vendedor es el principal banco español y el edificio no solo se llama España y está situado en la plaza con el mismo nombre en pleno centro de Madrid, sino que es un espacio de la ciudad que se está degradando a pasos agigantados y busca viabilidad y soluciones desde hace tiempo.

Codazos de González y Botella por Jianlin
El presidente madrileño explicó que el grupo de Jianlin, con inversiones en hoteles y centros comerciales de lujo, está en expansión y se ha fijado ahora en Madrid, por lo que el edificio España puede ser solo el principio. Y este jueves la alcaldesa Ana Botella ha insistido en ese mensaje en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Gobierno municipal, subrayando que en una reunión con Jianlin este le trasladó su interés por "una serie de proyectos de inversión en la ciudad de Madrid". "Hasta que no se materialicen y sean una realidad, esas conversaciones no son para contarlas", ha advertido en cualquier caso la alcaldesa en lo que suponía una crítica velada a su compañero González.

Un embajador significativo
La visión que tiene España del gigante asiático, y más en estos momentos de crisis y con los problemas por los que atraviesa el sector financiero nacional, es bastante nítida. El hecho de que el embajador que Rajoy envió el año pasado a Pekín sea además de diplomático un directivo con intereses allí representa toda una declaración de intenciones.

Posible inconstitucionalidad
En cualquier caso, el carpetazo a la justicia universal está por ver si es definitiva. La Fiscalía ha pedido al juez Ismael Moreno que concluya "de manera urgente" el sumario contra exdirigentes chinos por delitos de genocidio y lesa humanidad en el Tíbet para poder plantear ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, de estimarlo oportuno las partes, recurso de inconstitucionalidad a la reforma que les obliga a cerrar sus causas internacionales. El juez Fernando Andreu y la Fiscalía del alto tribunal mostraron ayer sus dudas sobre la constitucionalidad de la reforma de la justicia universal, mientras que los seis jueces centrales de instrucción tomaron la decisión de dirigirse a las partes para que ellas se posicionen sobre los efectos de la reforma.