El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont, actualmente residente en Bélgica tras el fallido procès del 1 de Octubre de 2017, ha roto su silencio este sábado tras el resultado del voto CERA, que otorga un papel crucial a su formación, Junts, en la determinación de un nuevo Gobierno.

Puigdemont, a través de un larguísimo tuit, ha subrayado que “el chantaje político” no hará que Junts vote a favor de una hipotética investidura del presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a la Presidencia, Pedro Sánchez. Así, ha señalado que tras este recuento, solamente existen tres alternativas: "O Junts vota a favor, o el PSOE facilita la investidura de Feijóo (o la del candidato que los populares propongan, o nos dirigimos a nuevas elecciones".

"El actual presidente del Gobierno y candidato socialista para la reelección solo podrá ser elegido si obtiene el voto afirmativo de una amplia coalición, incluidos los 7 votos de Junts", ha argumentado, resaltando que si "hace seis días, los resultados electorales” ya situaron “en el centro de la conversación” a los neoconvergentes, tras el recuento provisional del voto CERA está posición “se ha vuelto aún más relevante”.

En este sentido, cabe recordar que dado que el PSOE ha perdido un escaño –en detrimento del PP que pasa de 136 representantes a 137-, la abstención de Junts no sería suficiente para investir a Sánchez, sino que necesitaría negociar y obtener el apoyo explícito de los nacionalistas catalanes.

“No ha pasado tiempo suficiente”, ha seguido reflexionando Puigdemont, “para saber qué acabarán haciendo los dos grandes partidos españoles —el que ha perdido ganando, y el que ha ganado perdiendo—, en alusión a PSOE y PP, respectivamente, y que “en similares circunstancias” ambas formaciones “prefirieron repetir las elecciones”.

Así las cosas, Puigdemont ha destacado la necesidad de “negociar los términos en los que debe acordarse la resolución de un conflicto como el que existe entre Cataluña y España”. “Tener la llave es circunstancial. Un día la tienes y al día siguiente, no, y no lo podemos perder nunca de vista. Esto no nos puede hacer caer ni en las prisas ante el miedo de perderla, ni en la sobreactuación delante de un poder que es inevitablemente efímero”, ha reflexionado.

“El dedo y la Luna. Esto es el dedo; la Luna es otra cosa. La Luna es un conflicto político muy serio y profundo, y es aquí donde es necesario poner el foco. No en las personas, sino en el país. Y hasta que no recuperen el párrafo perdido en este conflicto (lo de las “diversas vicisitudes” de las que hablaba hace un par de días), no entenderán nada y no estarán en condiciones de tener una conversación provechosa”, ha añadido.

Cinco años de “amenazas”

Puigdemont también ha explicado que ha recibido amenazas durante los cinco años y nueve meses que lleva en Bruselas: "Lo explico básicamente para que haya quien se pueda hacer una ligera idea de qué efecto me puede causar el hecho de que digan que si Junts no vota a Pedro Sánchez me caerá el mundo encima". En este contexto, el expresidente de la Generalitat ha lamentado que ningún juez español ha actuado frente a esas amenazas. "Vivo sin la protección que la ley teóricamente me garantiza", ha denunciado.

El PSOE defiende que la situación “sigue siendo la misma”

Por otra parte, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, ha indicado que la situación respecto a la investidura tras el recuento del voto CERA sigue "siendo la misma" y ha asegurado que será Junts quien tenga que decidir el futuro Gobierno España.

En opinión de López, el cambio del diputado por Madrid no supone ninguna modificación respecto a la situación anterior y, a su juicio, será Junts quien tenga que decidir si prefiere un Gobierno "progresista" de "avance de libertades y derechos" o uno de "derechas con la ultraderecha" y de "retraso en la apuesta por la convivencia" y "confrontación".

El dirigente socialista ha añadido que los dos bloques aspirantes a formar Gobierno también difieren en cómo se entienden y se respetan "la diversidad y las singularidades de nuestro país". "En el fondo esto es lo que sigue estando en juego después de las elecciones del 23 de julio, donde la mayoría de la ciudadanía dijo que no quería ningún tipo de involución", ha destacado.