El Gobierno que preside Pedro Sánchez, lleva desde su inicio haciendo un duro vía crucis, en el que no ha faltado nada: críticas despiadadas, una pandemia o la dura negociación con Europa. Ahora, tras haber conseguido un respiro económico de los fondos europeos que se aguardan; ahora , con el COVID-19 aún entre nosotros, llega a la siguiente estación: la aprobación de los Presupuestos.

Para ello, el ejecutivo está poniendo las bases para que no le pille el toro del rechazo parlamentario y pueda garantizar a Europa y a los españoles la estabilidad política; es decir, el período largo y fructífero que anunció Pedro Sánchez para evitar la recesión, aumentar el empleo y mejorar los datos del PIB que ya ha mostrado su cara preocupante.

Conociendo por experiencia las veleidades de sus socios de investidura y en especial de los independentistas, el Gobierno ha convocado a Ciudadanos para conseguir respaldo en la aprobación de  las cuentas. Y está buscando alguna fórmula que permita al PP abstenerse sin que nadie deje demasiadas plumas por el camino.

En cuanto a Ciudadanos, sus representantes se muestran satisfechos de que los diez votos de sus diputados sean tan codiciados. Más aún, según reprocha la ministra de Igualdad de UP, Irene Montero, en redes sociales: “Ciudadanos ha rechazado reunirse con el Gobierno de coalición y ha optado por hacerlo solo con el PSOE”. Es decir, que este partido de centro derecha ha puesto el veto a una parte del Gobierno para acceder a buscar un acuerdo. Montero añadió que respetaban tal postura si bien los animaban a respetar la soberanía popular y su expresión en el Parlamento. Y es que, como todos sabemos, los votos de los ciudadanos son los que democráticamente y de forma tenaz dejaron claro su interés en que España tuviera un gobierno compuesto por fuerzas progresistas. No estaría de más que los de Inés Arrimadas lo tuvieran en cuenta.

Sería mezquino en estos momentos de incertidumbre y temor al futuro por  la salud y la economía, que Ciudadanos, el PP o cualquier otro grupo parlamentario, no pusieran de su parte lo necesario para que España salga adelante. La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, uno de los mejores activos del equipo de Sánchez, recordaba el domingo en una entrevista en La Vanguardia que el objetivo es volver a ese crecimiento robusto, superior a la media de la zona euro, que teníamos antes de que esta pandemia nos afectara. Decía que es preciso que todos contribuyamos al control de los rebrotes para allanar el camino hacia un crecimiento más sostenible, financiero, medioambiental y social. Los líderes políticos deben ser los primeros en tener presente que ahora, más que nunca, toca arrimar el hombro.