El cambio de estrategia de Ciudadanos desde que Inés Arrimadas certificara su victoria en las primarias es más que evidente. De la cerrazón de Albert Rivera se ha pasado a una etapa de diálogo y consenso con el Gobierno, provocada, en parte, por la pandemia del coronavirus. Los liberales se presentan como un partido de estado y, por ello, se han ofrecido al Gobierno para sacar adelante unos Presupuestos de “emergencia” pese a la presunta caja B de Podemos.

La pasada semana trascendió la imputación de la cúpula de Podemos en el caso de la presunta caja B de la formación morada. Un duro golpe para el partido de Iglesias si ésta se confirmara. Sin embargo, pese a este hecho, en Ciudadanos entienden que la situación tiene un cariz de excepcionalidad y, por ello, mantendrán abierta las líneas con Moncloa para la negociación de los Presupuestos.

“Hemos demostrado ser un partido útil y responsable en la respuesta a esta pandemia”, aducen desde la formación que preside Inés Arrimadas, que recuerdan la postura dialogante de la formación desde que el coronavirus cercó a España. Una estrategia que les ha valido para alejar a ERC del Gobierno y hacerse valer como “partido de estado”.

Los liberales instan al Ejecutivo a “negociar con la oposición y los agentes sociales” unos Presupuestos Generales del Estado “a la altura de las circunstancias”. Si hace unas semanas se hablaba del presunto veto de Ciudadanos a Podemos y viceversa, los naranjas prefieren, al menos de puertas para fuera, no valorar este asunto y trabajar, dado que “España se juega mucho como país”.

“Presupuestos pragmáticos”

La formación centrista aboga por unas cuentas “moderadas y pragmáticas” y prometen trabajo incansable para evitar la influencia de Podemos en ellas. “Trabajaremos día y noche para que no sean unos presupuestos bolivarianos”, aclaran desde Ciudadanos. Sostienen que “necesitamos un gran acuerdo entre Gobierno, oposición y agentes sociales”, pues son las tres partes obligadas a entenderse y a cooperar.

Las informaciones judiciales que atañen a Podemos no parecen influir en demasía en la postura de los liberales con respecto a las cuentas. De hecho, instan al Ejecutivo a llevar la voz cantante para iniciar un díalogo “con sinceridad” y una “propuesta seria”. Eso sí, piden a los socialistas que “aparquen las propuestas populistas de Podemos”.

“Nuestra responsabilidad y altura de miras ante una situación sin precedentes la estamos demostrando en ayuntamientos y comunidades donde gobernamos”, sentencian con orgullo desde la formación liberal. “¿Cómo no vamos a estar a la altura a nivel nacional?”, se preguntan.

Neutralizar a Otegui y a Rufián

Uno de los principales objetivos de Ciudadanos para estas negociaciones – como lo ha sido durante todo el estado de alarma – es alejar a los socios de la moción de censura del Ejecutivo. La irrupción de Ciudadanos como fuerza “moderada” y dialogante para con el Gobierno ha provocado tiranteces entre la propia Administración y los socios de la moción de censura, como ha ocurrido con Esquerra Republicana y Bildu.

En el partido naranja entienden estos Presupuestos como “los más importantes” de la historia de la democracia española. Es precisamente por este motivo por el que Ciudadanos tacha de “grave irresponsabilidad” otorgarle poder de decisión tanto a Gabriel Rufián como a Arnaldo Otegi.

“Sería una grave irresponsabilidad que quedaran en manos de Rufián y Otegui”, deslizan desde Alcala 253 antes de avanzar que “haremos todo lo posible para que eso no pase”. Pretenden unas cuentas que “den una respuesta a todos los españoles”.