La situación de la sequía en Málaga está dibujando un panorama muy difícil para la ciudadanía y, más concretamente, para el turismo. Dejando claro, por adelantado, que los principales damnificados de un contexto como este son los lugareños, cabe destacar que si la situación de la falta de agua no se remedia, la comunidad autónoma podría llegar a perder hasta siete puntos de su producto interior bruto por el descenso en la afluencia turística. ElPlural.com ha contactado con diversos regidores de municipios que dependen del turismo para mantener una economía solvente y con administradores de comunidades de vecinos, y ha recopilado diferentes puntos de vista.

"Como consecuencia de la prolongada sequía, las restricciones de agua siguen en vigor y posiblemente se irán haciendo más duras. Hemos tenido que precintar los contadores de agua para las zonas comunes. Tanto las duchas como los baños de las zonas comunes no tienen agua, no se pueden usar. Hemos puesto un cartel en los baños recordándolo", exponen en una comunidad de vecinos.

"La piscina ha seguido llena porque teníamos el vaso de compensación lleno pero poco a poco se ha ido vaciando. Es posible que el nivel de la piscina empiece a bajar por la evaporación. Vamos a comprar unos depósitos de agua para poder mantener el riego mínimo para que no se mueran las plantas y rellenar la piscina si hiciera falta. Esta situación seguirá hasta que vuelva a llover, porque la Viñuela está por debajo del 10%", señalan. 

"Si no hay agua para absolutamente nada que no sea estrictamente necesario, nadie va a querer venir a hacer turismo", expresan otros damnificados, que aseguran estar notando el impacto de las restricciones: "La limitación del uso del agua ya ha permitido empezar a ahorrar más del 20% del caudal habitual, con sus respectivos beneficios y perjuicios. Ahorramos agua, lo cual es bueno, pero a la larga puede tener consecuencias para nuestra economía. Urge poner en marcha soluciones a medio y largo plazo".

Situación crítica por la sequía en Andalucía

Los siete embalses de Málaga se encuentran al 27% de su capacidad, y el pantano de La Viñuela, conocido por ser el más grande de toda la provincia de Málaga y que abastece a la comarca de La Axarquía, se encuentra a menos del 9% de su capacidad. Unas cifras que ya son críticas y que han motivado la aplicación de restricciones de consumo, desde la Junta de Andalucía, en numerosos municipios de la comarca.

Desde hace varios meses, la Junta de Andalucía ha solicitado ayuda al gobierno para afrontar estas dificultades hídricas. Sin embargo, el Parlamento andaluz dio luz verde a la tramitación de la proposición de ley presentada por PP y Vox para ampliar los regadíos en Doñana, que legalizaba los cultivos en el entorno del parque nacional, a pesar de que se encontraban en estado crítico por la sobreexplotación acuífera y la sequía, y de que la UE amenazó con multar a España si se producían más riegos. Paralelamente llega el caso de Málaga, donde las competencias andaluzas están respondiendo ahora, con carácter de urgencia, a través de los Decretos de Sequía, que están poniendo entre la espada y la pared el acceso a algo tan básico para la vida humana como es el agua.

A raíz de este contexto, Junta y Gobierno central han puesto en marcha los trabajos técnicos para la construcción de una desaladora en la Axarquía malagueña. Una medida positiva, pero que llega tarde dadas las circunstancias. Desde la oposición andaluza han afeado el abandono de la Junta: "Tiene las competencias cuando las aguas transcurren íntegramente por sus respectivos territorios, como es este caso. Le pedimos que actúe ya, que sea ágil, se ponga a trabajar”, expresa la candidata del PSOE al Congreso por Málaga, Nieves Ramírez. "El Gobierno de España ha puesto sobre la mesa 100 millones de euros para construir una desaladora a pesar de que las competencias son de la Junta", añade. Una dicotomía surrealista en la que se legalizan regadíos para perpetuar las macroexplotaciones agrarias pese a la falta de disponibilidad del agua, mientras se establecen decretos que restringen su consumo en los municipios.

En cuanto a la lista de municipios con algún tipo de restricción o de medida de ahorro en este comienzo del mes de agosto, destacar que asciende ya a los treinta, y son los siguientes: Alcaucín, Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Almáchar, Álora, Benalmádena, Benamargosa, Canillas de Aceituno, Cártama, Casabermeja, Coín, Colmenar, Comares, Cómpeta, El Borge, Fuente de Piedra, Iznate, La Viñuela, Málaga, Marbella, Mijas, Moclinejo, Periana, Pizarra, Sedella, Rincón de la Victoria, Ronda, Torremolinos, Totalán y Vélez-Málaga.