Este lunes se ha anunciado que Bruselas y Londres han alcanzado un acuerdo sobre el periodo de transición de unos dos años una vez que el Reino Unido abandone la UE el 29 de marzo de 2019. Dentro de él también se ha incluido al peñón de Gibraltar, foco de disputas territoriales continuas entre Madrid y Londres y cuyos habitantes votaron mayoritariamente en contra del Brexit.

En la rueda de prensa que han ofrecido el jefe negociador de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier y el ministro para la salida del Reino Unido de la UE, David Davis para informar sobre el acuerdo, los periodistas no han tenido ni que preguntar por Gibraltar como en otras ocasiones, sino que han sido los dos políticos los que han explicado que el peñón saldrá de la Unión Europea al igual que el resto del territorio británico.

Tras esto han concretado que la aplicación del periodo transitorio dependerá de la negociación bilateral entre Madrid y Londres. “El resultado (de la negociación) es fundamental para la aplicación en Gibraltar del acuerdo”, dijo Barnier.

A su lado, Davis confirmó que el acuerdo de transición anunciado hoy “cubre a Gibraltar” y señaló que las negociaciones que se están llevando a cabo con las autoridades españolas están siendo “muy constructivas” y que espera que estas “sean productivas”.

En una entrevista a la BBC, el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, ha valorado positivamente la inclusión del peñón en el acuerdo “dado que nos encaminamos hacia lo que obviamente será la conclusión final, es decir, que Gibraltar forma parte tanto del Acuerdo de Salida como del periodo de transición y, por supuesto, de los acuerdos que pudieran formalizarse en el futuro”.

Sobre las negociaciones entre Londres y Madrid, fuentes del gobierno gibraltareño han informado a El Plural que se encuentran “plenamente informados” de las mismas y que se están consensuado con ellos.

Sobre el fondo de las negociaciones no han querido revelar nada, pero Picardo, en la misma entrevista, ha avisado que no harán “concesiones de soberanía, jurisdicción o control”, como se había sugerido, por ejemplo, con el aeropuerto. Dicho, esto, recordando los desplantes en los últimos años del Gobierno española, ha afirmado que espera lograr “progresar en clave positiva y no tengamos que preocuparnos por amenazas de exclusiones y vetos”.