Pedro Sánchez ha aprovechado este lunes la reunión interparlamentaria socialista en el Congreso de los Diputados para indicar a sus diputados y senadores que es el momento de esprintar y aprovechar el contexto para hacer llegar a la ciudadanía el “enorme caudal” de trabajo realizado durante esta legislatura. El presidente del Gobierno, así, vuelve a dar forma a una inquietud que corroe a Moncloa desde hace tiempo: toca imponer el relato de la coalición, el de la mayoría social, el del gasto público frente a un modelo contrapuesto encabezado por Alberto Núñez Feijóo que rentabiliza el descontento social en las encuestas y se presenta, al menos por el momento, como favorito para vencer en las elecciones generales de 2023.

Tras una sonora ovación de todos sus parlamentarios, congregados para recibir órdenes directas, y con unos minutos de retraso, el líder del Ejecutivo ha dado inicio a su comparecencia arrancando de nuevo los aplausos de la bancada al recordar al escritor Javier Marías. Acabados los prolegómenos, el mensaje era directo, endulzado con el reconocimiento del trabajo realizado, pero de los que es mejor asentir, anotar y ejecutar que obviar y guardar en la agenda del procrastinador: "Os pido un esfuerzo de pedagogía para explicar a la gente lo que nos costó recuperarnos de la pérdida de empleo, la subida de impuestos a la clase trabajadora mientras se hacían amnistías a los grandes defraudadores y los recortes. Este Gobierno ha tardado solo dos años en recuperar el empleo previo a 2008, además haciéndolo con más calidad gracias a la reforma laboral. Con el PP tardamos diez años y lo hicimos perdiendo salario y derechos", ha señalado Sánchez en un comentario que sonaba a confrontación de modelos, a campaña electoral, a arenga motivacional.

"Frente a la congelación de los salarios, hemos subido de media 110 euros al mes a los pensionistas, blindando además por ley que no pierdan poder adquisitivo; frente a la devaluación de los salarios, hemos subido el SMI como no se ha hecho nunca en la historia de nuestro país; y frente al récord de paro, con 6 millones de desempleados en 2013, hoy superamos los 20 millones de afiliados a la Seguridad Social", ha proseguido el líder del Ejecutivo.

Un alegato propio de quien expone una máxima: en un contexto tan volátil, un consumo de información tan líquido y una situación de incertidumbre en el horizonte, cualquier medida que no sea debidamente comunicada será enterrada en el olvido. "La reaccionaria es la peor de las ideologías. La política no es neutral. En estos tres años si algo se ha evidenciado es que hay diferentes formas de salir de una crisis", ha añadido el presidente, repetitivo en la misma idea, consciente de que solo desde el terreno será capaz de revertir las tendencias.

Es el momento de dejar a un lado los grandes acuerdos de Estado, convertir a la sociedad en partícipe de la idea de que la derecha ha bloqueado cualquier medida por ventajosa que haya sido para la sociedad española: “"Hoy hemos superado la cifra de un millón de abonados en Renfe-Cercanías. En apenas 11 días. Esa es la dimensión de las medidas que estamos tomando a favor de las familias, las empresas, la clase media trabajadora y los autónomos. Estamos en un momento de extraordinaria incertidumbre, pero todos los expertos señalan que España crecerá por encima de la media europea por mucho que algunos distorsionen esta evidencia por insolvencia o mala fe", ha pormenorizado, cerrando esta parte de su intervención con la muletilla utilizada para derribar a Alberto Núñez Feijóo en el debate que mantuvieron el pasado martes en el Senado. “Habrá más debates, visto el resultado”, ha añadido, ironizando sobre una aplastante victoria que ha generado las risas de los presentes.

“En esta crisis energética hay una cosa indiscutible y dos interrogantes: lo primero es que impacta a toda Europa, y el primer interrogante es cómo hacerle frente. El segundo es cómo se reparten las cargas de esta crisis, y esta es la madre del cordero: nosotros decidimos subir las becas, subir las pensiones, subir el SMI e imponer un impuesto a banca y eléctricas. ¿Qué votará el PP? Ahí se ve a quién defiende cada uno”, ha ejemplificado.

En clave europea

Más allá de las soflamas, Sánchez también ha tenido tiempo para valorar las cuestiones más acuciantes de la actualidad política y social. Fiel a su estilo, y consciente de que es una baza argumental en su poder, lo ha hecho en clave europea: "Toda Europa secunda nuestra propuesta energética. En lo más duro del debate conseguimos el mecanismo ibérico. Somos el país con mayor credibilidad de la UE en materia energética".

"El pasado viernes tuvo lugar una cumbre de ministros de Energía, que derivó en un amplio debate, pero si uno lee las conclusiones se aprecia que todos piden medidas de emergencia como un impuesto a las energéticas, un tope al gas y otras medidas que viene proponiendo España en Europa. Mientras el PP bloquea nuestra senda, Europa nos sigue", ha añadido el presidente.

Para finalizar, y sin renunciar el eco internacionalista de sus palabras, ha ejemplificado el continuo negacionismo de la derecha española con la situación en EEUU: "Ha vivido un retroceso de medio siglo con la derogación del aborto. La lección es evidente: cuesta mucho conquistar derechos y se pierden muy rápido si dependemos de la derecha. Debemos ser muy claros, ya que pese a los anuncios del señor Feijóo nosotros seguiremos empeñados en avanzar en nuestra agenda social", ha enfatizado.

Por último, y dando respuesta al ultimátum lanzado por el presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, Sánchez ha vuelto a denunciar el bloqueo anticonstitucional del PP a la renovación de los órganos cuando no están en el poder.