Este lunes ha tenido lugar el funeral de Guillermo Fernández Vara, una de las figuras políticas más relevantes de Extremadura y del Partido Socialista en las últimas tres décadas. Familiares, amigos, compañeros y responsables institucionales se reúnen para rendir homenaje a quien, más allá de su trayectoria política, es recordado por todos como un hombre cercano, comprometido y leal a sus servicios. Entre los asistentes se encuentra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha brindado una calurosa despedida, subrayando la enorme huella que deja Fernández Vara.
"Hoy es un día triste para el conjunto de extremeños y extremeñas y para la familia progresista, pero también un día para mostrar gratitud a una persona como Guillermo, que fue un servidor público ejemplar y, sobre todo, una buena persona”, ha comenzado el presidente.
Sánchez ha destacado además que Fernández Vara dedicó su vida al progreso y al bienestar de su tierra, impulsando políticas que dejaron una huella profunda en la sociedad extremeña. Durante sus años al frente de la Junta de Extremadura, trabajó con empeño para reforzar los servicios públicos, especialmente la sanidad y la educación, y para promover una transformación ecológica y digital que convirtiera a la región en una tierra de oportunidades.
"Fernández Vara empezó siendo médico y después se dedicó a la política para cuidar de todos, con una voluntad constante de escuchar, hablar y acordar con mucha gente que pensaba muy distinto a él. Hoy se demuestra, con las muestras de reconocimiento que llegan desde todos los ámbitos, que incluso quienes no pertenecen a la familia progresista reconocen su aportación al progreso de Extremadura y a la política española", ha proseguido el Ejecutivo.
Con emoción, el presidente ha expresado su pesar y gratitud ante la pérdida del líder socialista: “Con inmensa gratitud y con enorme pena, lo que tenemos que hacer desde el Partido Socialista, y todos aquellos que nos dedicamos a la política y al servicio público, es recoger el legado de Guillermo y mirar al futuro con optimismo, esperanza y, desde luego, con el compromiso con nuestra tierra; y en el caso de Guillermo, con Extremadura.”
Extremadura dice adiós a un presidente moderado y dialogante
Entre redobles de campanas y aplausos contenidos, Extremadura despide este lunes a Guillermo Fernández Vara, fallecido este domingo a los 66 años (un día antes de cumplir 67). La Iglesia de Santa María Magdalena de Olivenza, que conocía muy bien como católico practicante, se llena de familiares, amigos, autoridades y vecinos para rendirle homenaje. Entre los presentes, además del presidente del Gobierno, también se encuentra la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, junto a dirigentes de todos los signos políticos.
La misa está presidida por José Rodríguez Carballo, arzobispo de Mérida-Badajoz, y es concelebrada por Jesús Pulido Arriero, obispo de Coria-Cáceres, y Ernesto Jesús Brotóns Tena, obispo de Plasencia.
Guillermo Fernández Vara dedicó más de treinta años a la política extremeña y presidió la Junta durante doce años, siempre con un estilo moderado, dialogante y alejado de la crispación. Médico de vocación, llevó a la política su impulso de cuidar y escuchar, gobernando en minoría y acordando formalmente con distintos partidos políticos. Este lunes, Extremadura no despide solo a un líder político, sino a un vecino cercano que consagró su vida a mejorar la de los demás.
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