La intervención de la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha provocado un auténtico clima de crispación en el Congreso de los Diputados. Constantes han sido las interrupciones desde las bancadas de la derecha, que se han alzado de forma conjunta al grito de “asesinos” o “terroristas”.

Uno de los más activos en esta repulsa ha sido Pablo Casado. El líder popular, además de sus ostentosos gestos de rechazo, ha pedido la palabra tras finalizar el turno parlamentario de la dirigente nacionalista: “Acabo de escuchar la intervención más nauseabunda que ha tenido lugar en el Congreso. Es inaceptable que, teniendo en cuenta las 850 muertos por ETA, el presidente del Gobierno en funciones hable de un valladar contra los derechos sin acusar a los herederos de ETA de sus crímenes. Es infame lo que hemos vivido”, ha sentenciado.

Posteriormente, toda la bancada del PP se ha levantado al grito de “libertad” en un aplauso conjunto a su líder. “¿Respeto a quién?”, ha preguntado previamente cuando Meritxell Batet ha pedido de forma reiterada, sin éxito, que se dejase terminar su discurso a la dirigente de EH Bildu.

Otras soflamas como “Viva el rey” o “Viva España”, además de insultos como “mamones”, también se han podido escuchar en el hemiciclo durante uno de los turnos más tensos que se han visto hasta ahora en esta segunda jornada de la Sesión de Investidura.