El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha rubricado su último discurso ante el partido que ha liderado durante casi cuatro años en el XX Congreso, el que le sacará del cargo y se lo entregará por aclamación al gallego Alberto Núñez Feijóo. Una intervención en la que ha anunciado que deja su escaño en el Congreso de los Diputados y rechaza cualquier responsabilidad en el futuro PP que conforme el todavía presidente de la Xunta de Galicia. 

Casado ha dado un discurso emotivo, pero en el que ha rechazado cobrar ninguna revancha, más allá de reivindicar la “regeneración de la vida pública” y la “ejemplaridad de nuestros gobiernos”. Un mensaje que se puede interpretar como una crítica al enfrentamiento con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el cobro de comisiones por parte de su hermano en contratos con la Comunidad de Madrid, que ha acabado con su abrupta salida de la Presidencia del PP. 

Pequeños ajustes de cuentas

Lo que sí ha hecho Casado, nada más subir a la tribuna, es lanzar un dardo a José María  Aznar, el que fuera su mentor, y una pulla a su gran rival, Ayuso. Unos minutos antes, en videoconferencia, Aznar reprochaba a Casado que no estuviera presente en el plenario, por lo que le he dado las gracias “donde quiera que esté”. “He visto a Aznar, desde donde se me ha dicho, porque son las cosas de estar en funciones y mantener la disciplina hasta el último día”, ha dicho Casado.

En el inicio de su intervención, Casado ha reconocido que, fruto del enfrentamiento con Ayuso y el rechazo de los barones a que siguiese en el cargo, “he vivido tiempos mejores, pero también peores” y ha citado la estancia en la UCI de su hijo, que vivió con su mujer y el apoyo del PP. Sobre los últimos días, Casado ha reconocido haber vivido “un mes agridulce, que comenzó con un sentimiento de injusticia superado luego por uno de profunda gratitud", ha dicho. 

Casado deja su escaño en el Congreso

Casado ha repetido la frase con la que fue elegido, reclamando que también se va “con las manos blancas y los bolsillos vacíos”. “Me voy, pero volverá para todo lo que necesitéis”, ha dicho Casado a Feijóo, después de desvelar que, “como hemos hablado”, renuncia a su escaño en el Congreso de los Diputados y a cualquier responsabilidad en la futura dirección del Partido Popular. 

El todavía presidente del PP ha definido a su sucesor como “un buen gestor, un buen político y un buen amigo” y le ha prometido su apoyo y su “discreción castellana”. Y ha celebrado que vaya a “contar con gente de mi equipo, igual que el tuyo siempre ha sido el mío, y te llevarán muy pronto a la Presidencia de España”.

No ha sido la única reivindicación de continuidad que ha hecho Casado, quien ha señalado que cogió el partido “casi como tercera fuerza y lo he dejado como primera fuerza, a las puertas del Palacio de la Moncloa”.

Reivindicación de la juventud del PP

Casado ha reivindicado la elección de su entorno que tanto le han criticado sus rivales y la vieja guardia que ahora toma el control del PP. “Todos éramos necesarios, desde los de Nuevas Generaciones que queríamos una oportunidad hasta los que peinan canas y tienen mucho que aportar”. “Las ideas adultas las definen como las ideas correctas”, ha reclamado Casado.

Además, Casado se ha apuntado el tanto de las victorias del PP durante su mandato y ha reclamado que ha puesto al frente a “una nueva generación de líderes para devolver la esperanza a Madrid, Zaragoza, Murcia, Castilla y León o Andalucía y donde ya estabais gobernando, como Galicia”.