Primer discurso como líder nacional y último como presidente de la Xunta. El próximo máximo mandatario del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha querido aprovechar su primera intervención en el XX Congreso del PP para despedirse de Galicia y sentar las bases de un proyecto que tendrá la oportunidad de defender y presentar en dos ocasiones más. Si bien la primera vez que se ha dejado ver ha sido este viernes por la mañana, acompañado de la flamante secretaria general del partido, Cuca Gamarra, y del presidente autonómico que hace de anfitrión en esta cita de reconversión popular, Juan Manuel Moreno Bonilla, no ha sido hasta cerca de las 17 horas cuando el gallego, finalmente, y después de entrar dándose un baño de masas y acompañado por el expresidente Mariano Rajoy, ha tomado la palabra para despedirse de su tierra, reconocer la labor realizada por el resto de presidentes autonómicos y pedir a los militantes el apoyo necesario para ganar las próximas elecciones nacionales.

“No quiero aburrir a nadie, así que seré breve. También porque creo que tengo por delante dos intervenciones en las que no tendré límite de tiempo", ha indicado el candidato en su inicio. "Sin embargo, sí me gustaría indicar que estas primeras palabras en este Congreso son muy especiales, ya que serán las últimas como presidente de la Xunta de Galicia", ha sostenido, emocionado, el próximo presidente del PP. "Esto de presentar la dimisión después de 16 años no es fácil, pero ya iba siendo hora", ha bromeado.

Posteriormente, y aplaudiendo la labor realizada por el resto de presidentes autonómicos que le acompañaban en el escenario, Feijóo ha esgrimido que “es bueno que los presidentes autonómicos puedan hablar, ya que es bueno enriquecer las experiencias de Gobierno en las diferentes comunidades” en las que gobierna el PP. “Tenemos alternativa al socialismo, populismo e independentismo. Es posible bajar impuestos, es obligatorio mejorar los servicios públicos, es nuestro objetivo mejorar la inversión y todo se puede hacer cuadrando las cuentas públicas. Ese es nuestro modelo de gestión”, ha añadido.

Como ejemplo, y como era de esperar, el presidente saliente de la Xunta de Galicia tras cuatro mayorías absolutas ha enarbolado la bandera de Galicia en la exposición de los motivos por los que cree que él ha sido el elegido por la militancia y los cuadros orgánicos para liderar una nave en caída libre: "En la política se habla mucho de cuentos, pero yo vengo a hablar de cuentas. Mis colegas me dirán que he tenido más tiempo para hacer políticas, y es verdad, pero les pido que no me corrijan porque es mi última oportunidad de presumir de Galicia. Es un inmenso honor. Mis compañeros son unos grandes presidentes y será un honor seguir trabajando con ellos", ha sentenciado.