- ¡Eh, eh, Luis! pero ¿dónde vas? ¿qué te pasa?  - Que cuando veo lo que ocurre y viajo un poco, me doy cuenta que ser español es una suerte (si se compara con muchos compañeros de mapa). Hablo de política, no de renta per capita. - ¿Me lo aclaras?  -No es complicado, pero conviene repetirlo: el único gran país que no ha dado a luz a un grupo político parafascista es España. Hay parafascistas en Italia, en Francia, en Austria, en Alemania, en Reino Unido, en Hungría y en EEUU. Igual me olvido de alguno y me podéis completar la lista: en España no hay.

Toma posesión de su cargo el presidente Donal Trump, y un escalofrío político recorre la columna vertebrar de muchos demócratas en todo el mundo.

Una selección de políticos europeos de más allá de la derecha, se reúnen y comentan. ¿Había algún español? Pues sí, había: unos conciudadanos de un partido llamado VOX. ¿Quiénes son? Todos los medios de comunicación andan repitiendo que estamos ante un fenómeno político populista. No, por favor, hay populistas y hay parafascista: no es lo mismo.

Es curioso que los dos países que soportaron dictaduras tardías (Grecia y España) están viviendo populismos de izquierdas y todos los demás viven parafascismos modernizados.

Los medios de comunicación andan repitiendo que estamos ante un fenómeno político populista. No, por favor, hay populistas y hay parafascista: no es lo mismo

Pues me siento orgullo de ser español. ¿Por qué España ha llegado a este punto conflictivo (en el mundo) con una estructura política distinta a otros compañeros de mapa?:

El PP incorporó a Alianza Popular y a FET y de las JONS. Ahí están perfectamente civilizados políticamente. Lo hizo José María Aznar.

El PSOE incorporó al PC. Ahí están luchando por un progresismo eficiente y plenamente democrático. Lo hizo Felipe González.

Ahora que muchos países dudan de cómo organizar las líneas maestras de su futuro en convivencia, resulta que España es un oasis de democracia con pocas dudas fundamentales. Dudamos de quién nos debe gobernar, pero no dudamos de que la democracia nos gusta definitivamente.

¿Te has parado a pensar que es una suerte ser español en estos momentos? (Y luego hablamos de quién nos gobierna y de lo brillante que es “el nuestro” y lo torpe que es “el otro”. Porque tenemos serias discrepancias en todo esto. ¡Faltaría más!