El titular que introduce las siguientes líneas puede dar lugar a confusión, pues la que fuera candidata a la presidencia de Andalucía por parte de Vox, Macarena Olona, ha hablado largo y tendido sobre cuestiones acerca del partido que le han repercutido directamente a ella desde el momento mismo de su adiós. Muchos de esos detalles, de hecho, los ha desvelado en conversaciones con ElPlural.com.

Sin embargo, la exdiputada del Congreso de los Diputados ha expuesto este martes en El Programa de Ana Rosa que hay preguntas a las que no puede responder porque existe “riesgo” de que “se ponga en marcha el proceso de ilegalización” de Vox. El hecho, explica, se remonta al año pasado, concretamente al momento en el que Dolores Delgado es nombrada Fiscal General del Estado. Olona responsabiliza del mismo directamente a la izquierda y los medios afines al bloque progresista y el motivo que estos estarían dando: que Vox está incurriendo en un delito de odio con sus discursos sobre la inmigración y la ideología de género.

Proceso de ilegalización de Vox

En este sentido, y sin hacer de menos a quienes un día formaron parte de la formación ultraderechista y han quedado descontentos con la misma, la política alega que estas personas no podrían dejar tantas consecuencias en Vox como ella. “Que hayan salido 20,30, 100 voces diciendo esto tienen una repercusión, yo no contesto porque no sería lo mismo mi voz que la de esas voces. La mía podría causar auténtico daño”, ha resaltado en el espacio de Telecinco.

“Estoy manteniendo este secreto porque hay un riesgo de que se ponga en marcha el proceso de ilegalización de Vox. Cuando se nombra a Dolores Delgado me temí que se activara la tentación de proceso de ilegalización (…) Se hacía ver que en materia de inmigración y de ideología de género incurría en delitos de odio (…) Esto es cuando yo soy secretaria general de Vox en el Congreso y ahora hay un nuevo caso en el que afloran voces de dentro del partido e identifican esas razones como motivos por las que se marcharon de Vox”, revela mientras cuenta de qué manera se puede ilegalizar un partido.

“Puede producirse por cuestiones de fondo, pero también cuando un partido deja de actuar de manera democrática (internamente)”. Este supuesto es, precisamente, al que apuntan voces de un tiempo a acá que, sin embargo, no parecen capaces de tener la repercusión que sí tendría la exparlamentaria.

"O paráis o entro con la identidad y las fuentes de financiación"

Olona se ha referido asimismo a cuestiones de las que ya venía hablando, como su relación con el propio Abascal, cuyo cariño hacia él, asegura “es muy difícil que se vea traicionado”, aunque sí reconoce determinadas acciones que están “poniendo a prueba” sus sentimientos. Tampoco ha entrado a valorar de lleno después la situación para con Vox, pero sostiene que “a medida que van saliendo informaciones” ve “de dónde pueden venir los golpes”.

En esa línea, se ha detenido en el perfil que bajo el nombre de España Bola vertió insultos muy graves contra ella: “Los audios están judicializados, lo que han publicado los medios es que la persona que se esconde detrás de esa cuenta es una persona al servicio de Vox que sigue contratado por el partido. A mí me costó siete minutos encontrarla, tuve que decir “O paráis o entro con la identidad y las fuentes de financiación”. Yo no soy el enemigo. El camino que he hecho por frente y por derecho”, subraya.

“No estoy jugando un partido político”

Olona ha hablado también sobre el proyecto que la semana pasada echaba a andar en Latinoamérica y que robaba a Vox la bandera de la formación ultra sobre la violencia de género y el feminismo posmoderno. Con todo, la que fuera candidata para liderar la Junta de Andalucía asegura que “no está jugando un partido político” sino que se encuentra centrada en “pelear por los españoles” y contra lo que ella considera una lacra personificada en el ministerio de Irene Montero y que alcanza su máxima expresión, dice, en esta parte del globo. Lo que suceda en un futuro, augura, ya vendrá.

El proyecto, cabe recordar, no es una formación, razón que ha salido a colación en la entrevista y a raíz de la cual la exdiputada ha pedido “perdón” a los españoles por “no seguir dándoles voz en las instituciones”. También ha explicado nuevamente que las expectativas puestas en las elecciones andaluzas por parte de Vox eran demasiado altas.