Mientras los socios meten presión, el ala socialista del Ejecutivo responde. El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha tratado de tranquilizar a los aliados parlamentarios y al socio minoritario del Gobierno, al avanzar que el presidente presentará el miércoles, en su comparecencia en el Pleno del Congreso, un “paquete potente de medidas” anticorrupción con el objetivo de recuperar la “confianza” de la ciudadanía tras los últimos escándalos. A primera hora de este lunes, Sumar metía presión a los socialistas al anunciar una proposición de ley para el impulso de una Oficina Anticorrupción.
Sumar redoblaba la presión a sus compañeros de la coalición, anunciando que “tomaban la iniciativa” y denunciando la “parálisis” y el “estado de shock” en el que está sumido el Partido Socialista. De ahí se desprende el movimiento para impulsar la Oficina Anticorrupción, que apuntan fuentes magentas como respuesta a las demandas de Europa, así como la retribución del permiso paternal. Dos iniciativas que se enquistan en las urgencias de Sumar por propiciar un “giro copernicano” tanto en materia de lucha contra la corrupción como en el despliegue de la cobertura social para restaurar la “confianza” en la ciudadanía.
En el ala socialista del Ejecutivo recogen el guante de Sumar y admiten que es necesario “recuperar la confianza” perdida tras el estallido del informe Cerdán. “Ahora es el reto”, ha sentenciado el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, en Los Desayunos del Ateneo, donde percutía en la imperiosa necesidad de que casos de corrupción, aunque “pocos, pero muy graves”, no manchen la lucha de Moncloa contra la corrupción. De hecho, lo ha definido como una “seña de identidad de nuestro Gobierno”. Por ello, exponen que no se trata de “resistir”, sino de “profundizar en la agenda social y de transformaciones”.
Habrá medidas
Todos los focos de esta semana están puestos sobre el primero de los dos Plenos monográficos que se celebrarán el miércoles en el Congreso de los Diputados. El primero de ellos se acotará a los casos de corrupción en el seno de la organización socialista. Una crisis que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha tratado de cerrar este fin de semana en la reunión del Comité Federal, con el anuncio de 13 medidas de carácter interno, así como la reestructuración del organigrama del partido con la descentralización de la Secretaría de Organización. Estas iniciativas, además, irían acompasadas de otras, pero a nivel nacional.
Aún no han trascendido cuáles serán y la expectación en los socios del Ejecutivo, tanto parlamentarios como del propio Gobierno, es máxima y los nervios están a flor de piel. Desde Moncloa, a través del ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, han tratado de tranquilizarles al asegurar que este miércoles, Sánchez presentará un “paquete potente de medidas” contra la corrupción, calmando así la sed de movimientos por parte del bloque de la investidura.
En este sentido, Bolaños recordaba que hace dos años sus siglas se presentaron a los comicios de 2023 con un proyecto de “prosperidad y bienestar compartida” y que el Ejecutivo está “logrando cumplir” los compromisos asumidos. “Es la economía que más crece de la UE. España ha superado en PIB per cápita a Japón. En empleo, rozamos los 22 millones de afiliados a la Seguridad Social y Rajoy soñaba con los 18. Nunca ha habido tanta estabilidad en el empleo. Hemos aprobado ya 36 leyes, que en el pleno del 22 de julio sean 43", ha apostillado.
De hecho, ha recordado, como hizo Sánchez el sábado ante los suyos, que la ley de amnistía ha salido adelante y que en el Congreso del PP, pese a todo, nadie dijo “ni pío” sobre ello. A su juicio, porque entiende que “es evidente que ha funcionado y que está cumpliendo el objetivo para la normalización política y social e institucional de Cataluña; acabando con el conflicto más serio de la historia reciente de España”. “Hemos cumplido compromisos. Tenemos dificultades, ahondaremos en ellas y tenemos que trabajar mucho para superarlas”, remataba un Bolaños que, por su parte, entendía “perfectamente” el sentimiento de “decepción, tristeza y desencanto” de los españoles.