Podemos ha declarado la guerra a Sumar y por extensión al Partido Socialista. Irene Montero e Ione Belarra pusieron la diana en la espalda de Pedro Sánchez en el acto de traspaso de carteras de esta misma semana. Los morados quieren ser un verso suelto no sólo en el Grupo Parlamentario, sino también a efectos orgánicos. Así lo confirman resortes del partido tanto en público como en privado, encendiendo las alarmas especialmente en Ferraz. Voces autorizadas del PSOE consultadas por ElPlural.com admiten cierta preocupación no tanto en términos de legislatura, sino más bien en el campo electoral, con los ojos ya puestos en Galicia, Euskadi e incluso la Unión Europea. Entienden que añadir un partido más limará las opciones de la izquierda, como ocurrió el 28 de mayo. “No han aprendido nada”, lamentan altos cargos socialistas. 

Las amenazas de Belarra y compañía han encendido la alarma en el cuartel general del PSOE, especialmente en el ámbito electoral. Distinguidos miembros del partido morado advierten en privado que no le pondrán la alfombra roja en el Congreso a la renovada coalición. Reclaman su autonomía para negociar directamente con los socialistas, a quienes no se lo van a poner nada fácil. “Van a tener que sudar, que nadie olvide que si votamos ‘no’ pierden. El PSOE se va a dar cuenta a golpes”, resumen voces de la dirección morada. 

No obstante, en el PSOE no están preocupados por el órdago morado. “Hemos demostrado que podemos hablar con cualquiera”, comenta un alto cargo de la Ejecutiva federal a ElPlural.com. Están convencidos de atraer a Podemos hacia el ‘sí’ en el futuro a base de “diálogo, diálogo y más diálogo”. De hecho, es la consigna que reina en Ferraz y en Moncloa en estos momentos. En cualquier caso, las mismas fuentes precisan que el balón está en el tejado tanto de Sumar como de Podemos. “Forman parte de su grupo parlamentario. Tendrán que sentarse a hablar y solucionarlo”, abundan.

Izquierda fragmentada por enésima vez

En el cuartel general del PSOE se respira calma. Al menos en este aspecto. El recelo crece cuando la vista se posa sobre el horizonte electoral. En 2024, gallegos y vascos están llamados a las urnas. Dos citas clave en el calendario socialista, especialmente en Galicia, donde se ven con opciones no sólo de recuperar la Xunta sino de dar la puntilla en su territorio a Alberto Núñez Feijóo. Golpe de gracia que le dejaría prácticamente desahuciado en el plano orgánico. 

La condición sine qua non, sin embargo, para dar la estocada al jefe de la oposición pasa por un escenario diametralmente opuesto al de los pasados comicios autonómicos y municipales. “No han aprendido nada del 28 de mayo”, recuerdan otras voces del PSOE, que precisan que el problema de la izquierda en la cita electoral no fue por la pérdida de “apoyo popular”, sino por la fragmentación del espacio a su izquierda. “No es lo mismo que se presenten dos fuerzas de derechas y tres de izquierdas a que lo hagan ocho”, aseguran.

El plan de Podemos con Yolanda Díaz

En Podemos, que no esconden su malestar tras ser apartados del nuevo gobierno de coalición, se sienten desprotegidos, anulados, invisibilizados, pero no se dan por vencidos y cuentan con un plan para volver a liderar el espacio a la izquierda del PSOE “en el medio plazo”.

De esta manera, la formación morada hará de su “autonomía estratégica” en el Congreso de los Diputados su principal línea de ataque. Aunque Podemos y Sumar han roto, y desde las filas moradas no se ha escatimado en ataques tanto a Pedro Sánchez como a Yolanda Díaz por dejarlos fuera del Ejecutivo, los liderados por Ione Belarra todavía tienen que supeditarse al grupo parlamentario y sus reglas internas.

Por el momento, Podemos sigue inmerso en el grupo parlamentario de Sumar, en parte porque en el momento del acuerdo con la plataforma de Yolanda Díaz se firmó que si decidían ir por libre no cobrarían el 20% de los ingresos de la formación magenta.

Pese a agazapados, como ellos mismos se reconocen, fuentes autorizadas de Podemos no esconden su voluntad “en el medio plazo”: “Nuestra aspiración es volver a mandar en el espacio”, exponen, denunciando que a lo largo de esta campaña electoral la órbita de Yolanda Díaz ha “minimizado” el papel y el protagonismo de Podemos.