Marruecos y España se enfrentaban este fin de semana a dos grandes retos: el primero, el de la inmigración masiva, con un asalto a la valla de Ceuta organizado de forma clandestina y viralizado en redes sociales que puso sobre alerta a la Policía Nacional, la Guardia Civil, la Gendarmería Real y las autoridades políticas, tanto nacionales como de la propia Ciudad Autónoma; el segundo, el entendimiento necesario entre Madrid y Rabat, cuya relación ha ido mejorando tras tiempos de frialdad y crisis diplomática.

En el recuerdo había una fecha. El lunes 17 de mayo de 2021, en respuesta a la acogida de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, la frontera ceutí se convirtió en epicentro de las represalias de Marruecos, quien, con permisividad y alevosía permitió la entrada masiva de cerca de 8.000 personas migrantes -aunque el dato es imposible de concretar-. La fuerza con la que se vio obligada la Policía Nacional a actuar fue fiscalizada tanto la prensa, nacional e internacional, las organizaciones no gubernamentales, quienes denunciaron que se habían producido devoluciones en caliente desde el primer momento, y los representantes políticos, desde España hasta Europa.

Con aquel precedente, el aviso de la organización de un nuevo asalto masivo en Ceuta hizo sobrevolar un fantasma que, finalmente, ha quedado alejado. Tal y como sostienen fuentes del Ministerio del Interior, esta vez la relación entre los cuerpos de seguridad desplegados ha sido pleno, constante y eficaz.

“Marruecos está realizando un gran esfuerzo en todo el perímetro fronterizo para evitar las entradas irregulares a Ceuta. La colaboración con las fuerzas de seguridad marroquíes es permanente y su extraordinario trabajo, sostenido durante los últimos días, ha permitido el control de la situación”, sostienen fuentes consultadas.

“La rotura de la valla marroquí en un punto del perímetro no ha culminado en una entrada en Ceuta gracias a la presencia disuasoria de los efectivos de la Guardia Civil y de los agentes marroquíes”, explican. “Durante la jornada del domingo no se ha registrado ninguna entrada irregular en Ceuta. Todo el perímetro fronterizo está vigilado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Marruecos ha garantizado el retorno inmediato de quienes crucen la valla, de acuerdo con los criterios que establece la legislación”, sentencian.

"Blindaje policial"

La Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha expresado su respaldo al acuerdo de "blindaje policial" en la frontera de Ceuta, pero ha reiterado su demanda al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que inste a Marruecos a intensificar su colaboración en el control fronterizo y en la lucha contra las redes de tráfico de drogas y personas.

En un comunicado, la asociación ha subrayado la "obligación constitucional" de España de proteger sus fronteras y ha denunciado la "falta de recursos y apoyo" que sufren las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

JUCIL ha señalado como referencia a países como Alemania, Italia, Polonia o Hungría, que han implementado "políticas firmes" para rechazar a los migrantes que no cumplen con los requisitos de entrada legal, e instó a que España no se quede atrás en este ámbito.

Este comunicado llega tras el anuncio de la Delegación del Gobierno en Ceuta, que informó sobre el "cierre intermitente" de la frontera del Tarajal debido a la concentración de cientos de migrantes en el lado marroquí del perímetro fronterizo.

La decisión, tomada en plena coordinación entre los gobiernos de España y Marruecos, se enmarca en los esfuerzos conjuntos para frenar la migración irregular. La Guardia Civil ha activado un dispositivo especial tras la difusión de vídeos en redes sociales que convocaban a una entrada masiva en Ceuta.