En el año 2005 el 35,9% -o cerca de 17,915,000 hectáreas- de España está cubierto de bosques. En el año 2018 hemos llegado al 37% de superficie de bosques.

Los bosques en países como Brasil y Congo están experimentando la deforestación en una escala enorme: cada año se pierden casi 5 millones de hectáreas, netas. Pero los bosques también están cambiando en los países occidentales ricos.

Los bosques se están extendiendo en casi todos los países occidentales, con el crecimiento más rápido en lugares que históricamente tenían muy pocos árboles. En 1990, el 28% de España tenía bosques; ahora la proporción es del 37%. Tanto en Grecia como en Italia, el crecimiento fue del 26% al 32% durante el mismo período. Los bosques están tomando gradualmente más tierra en América y Australia. Quizás lo más sorprendente es la tendencia en Irlanda. Aproximadamente el 1% de ese país tenía bosques cuando se independizó en 1922. Ahora los bosques cubren el 11% de la tierra, y el gobierno quiere aumentar la proporción al 18% para la década de 2040.

Los bosques en España

De esta superficie, el 4.5% -o aproximadamente 812,000 hectáreas- se clasifica como bosque primario, la forma de bosque con mayor biodiversidad.

Entre 1990 y 2000, España ganó un promedio de 295,700 hectáreas de bosque por año. Entre 2000 y 2005, la tasa de cambio forestal disminuyó en un 18.0% a 1.80% por año. En total, entre 1990 y 2005, España ganó el 32,9% de su cubierta forestal, o alrededor de 4.436.000 hectáreas.

España tiene alrededor de 746 especies conocidas de anfibios, aves, mamíferos y reptiles según las cifras del World Conservation Monitoring Center. De estos, el 4.7% son endémicos, lo que significa que no existen en ningún otro país, y el 7.0% están amenazados. España alberga al menos 5050 especies de plantas vasculares, de las cuales el 18.6% son endémicas.

¿Por qué hay más zonas verdes?

El primero es el abandono de las tierras de cultivo, especialmente en lugares altos y secos donde nada crece bien. Cuando los agricultores dejan de intentar ganarse la vida con aceitunas u ovejas, los árboles simplemente se mudan. El segundo es la política y el subsidio del gobierno. Los gobiernos han protegido y promovido los bosques por diversas razones, que van desde la necesidad de tener madera hasta el deseo de promover la construcción de viviendas suburbanas. Cada vez son más bienvenidos los bosques porque son sumideros de carbono. Las justificaciones cambian; el deseo de más árboles permanece constante.